De esta forma original, crearon una biblioteca con todos los ejemplares que rescatan luego de la recorrida con sus camiones por la ciudad.
Así, lo que algunos consideran sin valor y lo arrojan a la basura, ellos los clasifican, arreglan y acomodan en los flamantes estantes de la biblioteca.
Esto ocurrió en Ankara, Turquía, y la iniciativa surgió cuando se dieron cuenta que los libros que se tiraban eran muchos. Día a día rescataban cuanto libro encontraban y se les ocurrió crear un lugar para alojarlos dentro de su sitio de descanso. También querían hacerlo público, para que la comunidad tuviera la oportunidad de leer las obras que rescataban.
Pero a 7 meses del inicio, la iniciativa tomó vida propia y fue muy bien acogida. En una fábrica de ladrillos abandonada se encuentran, para disfrute de toda la población, más de 4700 libros, revistas, muebles, cafetería y... aún 1500 ejemplares esperan ser clasificados.
La fábrica estaba abandonada desde hacía veinte años. Ahora, los trabajadores acuden allí en sus ratos libres para leer o jugar al ajedrez. La biblioteca, en principio, estaba pensada para que ellos y sus familias pudieran llevarse los libros a casa durante 15 días. Pero, ahora, está abierta a todo el mundo, explica su responsable, Emirali Urtekin.
La idea es no desperdiciar nada. Aquellos libros que ya no se pueden ni leer son transformados en apoya libros y las lámparas están hechas de antiguas tuberías de cobre. Además de la biblioteca, los recolectores han acondicionado en la antigua fábrica una barbería, una cafetería, espacios de descanso y las oficinas de los administradores del sitio.
En cuanto a la variedad de libros que pueden encontrarse, hay desde novela rosa y libros de economía a obras de terror o cuentos para niños. Los libros se clasifican en 17 categorías, aunque pronto podría haber más. La saga de “Harry Potter”, la de “Cincuenta sombras de Grey”, las novelas de Dickens, las de J.R.R. Tolkien y las del premio Nobel turco Orhan Pamuk. Hay lugar para todo en este original emprendimiento.
La biblioteca -que es gratuita y está abierta las 24 horas- ha despertado mucha curiosidad, tanto en Turquía como en otros países. Y Urtekin asegura que ahora recibe más libros, y no solo gracias a la basura.
De esta manera relucen en sus estantes los volúmenes que ayer fueron descartados. Un gran logro para toda la población.