Marcos Perrén, el participante más popular del reality Bake Off (Telefe), respondió algunas preguntas sobre lo que nadie sabe ni ve del programa de cocina. El pastelero amateur que tiene veintiocho mil suscriptores se convirtió en el más querido por los televidentes.
Perrén contó cómo fueron las grabaciones para el programa que se emite todo los domingos. "Nosotros grabábamos todos los días, y yo me despertaba a las 8 am para estar ahí a las 9 am, y en el predio estábamos unas seis-siete horas por día, algunos más y otros menos. Era bastante cansador". ¿Quién hacía las tortas de las pruebas técnicas? "Bueno, las hacía Carolina, una encargada de gastronomía que la rompe toda. Atrás nuestro y de todo el programa había una producción gastronómica, y a ella le tocaban esas tareas".
"¿Si me llegaron propuestas de trabajo a través de Bake Off? Con esto de la cuarentena no hubo millones de propuestas, pero sí hubo alguna que otra, y estoy analizando para dónde voy a caminar. Igualmente aclaro que hoy en día me quiero formar como pastelero y estudiar, pero no sé si tengo ganas de trabajar en un lugar todos los días, tener un horario, un jefe, soy una persona complicada en ese sentido. Yo desde chico tengo mi emprendimiento y estoy muy contento con eso. Igual vería cada propuesta, porque si viene Osvaldo Gross y me dice que me vaya a laburar un tiempo con él, tampoco soy boludo", expresó sobre la repercusión que le generó Bake Off.
El misterio que develó Marcos fue si podían practicar antes cada prueba. "La realidad es que no, porque no había tiempo. Yo llegaba a mi casa a las ocho de la noche y era imposible. O sea, realmente te comía la cabeza y en ese momento era mejor tener la cabeza bien descansada para poder seguir cocinando al otro día y no estar con la cabeza explotada".