Hace ya un par de semanas que la única palabra que tenemos en la cabeza es: Coronavirus. Al principio lo veíamos como algo lejano que invadía algunos lugares de China y que con nuestra posición en el globo quizás no llegaría a la Argentina. Sin embargo acá estamos, luchando contra este enemigo invisible que contra todas las especulaciones ha trastocado nuestra rutina diaria, y que por lo que parece va a durar un tiempo largo.
En nuestra querida España, Pilar Jericó, una reconocida conferencista, viene desarrollando la idea de que siempre hay oportunidades para seguir aprendiendo a partir de situaciones como esta, no solo como personas, si no como sociedad.
Ella describe seis fases por las que seguramente vamos a pasar estos días. Estando en una fase se puede volver a sentir lo que caracteriza a otra, no es una cuestión lineal y no todos lo vivimos de la misma forma. La consciencia es nuestra mejor aliada, cuanto más seguros estemos de nosotros mismos más rápido vamos a poder salir de una crisis y más aprendizaje vamos a adquirir de la situación.
Guía para superar el impacto emocional del coronavirus a través de seis etapas
La primera etapa se titula ¨Llamada¨, porque es cuando todo empieza, nadie espera que una cosa así suceda y sobre todo que rompa todos nuestros esquemas. Esto nos lleva a la segunda fase que es la negación. Esta es la más difícil de asimilar porque en realidad tiene que ver con este pensamiento de que nunca nos va a pasar o afectar tal cosa.
Tenemos excusas de sobra y nos olvidamos de las evidencias, como por ejemplo que el mundo de hoy es un mundo globalizado y que hasta las enfermedades viajan de un lugar a otro con suma rapidez. En algún momento de este período nos damos cuenta de que sí somos vulnerables y nos enojamos con nosotros y con el sistema. Lo importante es salir de esta fase, para así poder sacar alguna oportunidad de la crisis.
Así llegamos a la tercera y cuarta etapa, la del miedo y la tristeza. El miedo debe atravesarse rápido, ya que esta es la emoción más profunda y paralizante que existe. No está mal el miedo sano, si no aquel tóxico que nos lleva a la paranoia, y que deriva en comportamientos como el mal dormir, o llevado a un extremo, a comprar compulsivamente.
La quinta y sexta etapa son las que definen el final del recorrido. La adopción de nuevos hábitos y el fin de esta pandemia. Cuando aceptamos la realidad somos capaces de pensar con claridad y optimismo cosas que antes no veíamos. En esta etapa se ve nuestro aprendizaje, estamos en un momento de serenidad donde paramos la pelota y vemos como seguir y en qué podemos ayudar. Para cuando el Coronavirus ya se fue nosotros somos mucho más fuertes, atravesamos otra crisis que pasará a la historia.
