La vida de Luisana Lopilato se reparte entre Vancouver, en Canadá, donde vive junto a su esposo, Michael Bublé y sus tres hijos, Noah, Elías y Vida; y la Argentina donde se encuentra el resto de su familia y la mayoría de sus propuestas laborales.
Hace algunos meses, Luisana se instaló en nuestro país para las grabaciones de "Corazonada", la precuela de "Perdida" que podrá verse en Netflix. Ahora, la actriz deberá volver en junio de 2020 para ponerse (nuevamente) en la piel de Paola Argento, en la versión teatral de "Casados con hijos".
"Organizamos nuestras agendas y nos apoyamos mutuamente en cada proyecto. Tenemos una sola regla: no pasar más de dos semanas sin vernos", había contado la esposa de Bublé en una reciente entrevista.
El cantante canadiense también habló al respecto y reconoció: "Ella tiene su carrera, sus proyectos y yo también la acompaño. No puede funcionar de otra manera".
De cara al nuevo proyecto de "Lu" para el año que viene y la decisión de Bublé de acompañarla, el artista tuvo que cambiar muchas fechas de su gira mundial ya pactadas, algo que les hizo reorganizar sus finanzas.
La familia deberá permanecer por lo menos dos meses en el país. Luisana deberá llegar un mes antes para los ensayos y promoción de la obra, que durará, según lo anunciado, dos semanas en cartel.
Más allá de que todas estas modificaciones le representan a Bublé millones de dólares que su esposa no ganará con este proyecto, el artista prioriza la felicidad de Luisana y deja en evidencia que el dinero está en segundo plano, pese a que, según Billboard, es el tercer cantante que más facturó en los primeros meses de este año.