El incremento de casos de enfermedades vinculadas a un parásito fecal conocido como cryptosporidium generó alerta entre las autoridades sanitarias de los Estados Unidos. Se trata de un microorganismo, resistente al cloro, que causa "diarrea profusa y acuosa" en adultos sanos. Es particularmente peligroso cuando afecta a niños, embarazadas y personas inmunodeprimidas.
En las últimas horas, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) publicaron un comunicado en el que se informó que "el número de brotes relacionados con el agua recreativa tratada causados por cryptosporidium impulsa el pico estacional de verano tanto en brotes de cryptosporidiosis transmitidos por agua como brotes de cryptospporidiosis en general".
Pese a que el parásito no resulta fatal en humanos, en 2009 se registró una muerte. Y, desde ese año a 2017 hubo 287 personas hospitalizadas con síntomas vinculados a este parásito, y otras 7465 personas afectadas en los Estados Unidos y Puerto Rico.
Según informaron en los CDC, hubo 22 casos vinculados a agua no tratada, como la de los lagos, y agua potable. Mientras que 86 casos se produjeron por contacto con animales; y, otros 22 casos, fue contagiado a través de leche sin pasteurizar o sidra de manzana.
Lo que generó el alerta fue que entre 2009 y 2017 los casos se incrementaron en un 12.8%, aunque consideran podría ser por el resultado de una nueva tecnología de prueba que tiene la capacidad para detectarlo.
¿Cómo se contagia?
Según explican los especialistas, el parásito es excretado en el agua por la persona infectada y puede ingresar al cuerpo de cualquier persona que ingiera el agua contaminada.
Además, este microorganismo puede permanecer vivo hasta siete días en las piscinas, debido a su alta tolerancia al cloro.
A modo de prevención, los expertos recomiendan:
- Limpiar las superficies con peróxido de hidrógeno, que es mortal para el parásito.
- Lavarse las manos y quitarse los zapatos o la ropa después de haber estado en contacto con un animal.
En el caso de las personas que contrajeron la enfermedad y sufren diarrea:
- Evitar las piscinas hasta por lo menos dos semanas después de que desaparezca el parásito del cuerpo.