Noruega: la increíble ruta que levita sobre el océano

Conocida como Atlantic Road, surca el medio oeste noruego serpenteando entre islas a través de puentes asombrosos.

Noruega: la increíble ruta que levita sobre el océano
Noruega: la ruta que levita sobre el océano

Como una serpiente marina zigzagueando entre ínsulas en aguas heladas... Así podría dibujarse desde el cielo la forma de Atlantic Road, la espléndida ruta turística de 8,27 km que recorre el medio oeste noruego y surca el océano, conectando el continente con un puñado de islotes y finalmente la isla de Averøy.

La carretera, que consta de ocho puentes, comenzó a construirse en 1983 y supuso una auténtica lucha con la naturaleza, ya que los obreros debieron enfrentar, en seis años, una docena de tormentas huracanadas. El hito principal de Atlantic Road es el puente de Storseisundet, el más largo de todos –260 metros–, cuya curva espectacular lo ubica entre las principales (y más bellas) obras de la ingeniería mundial.

Isla de Averøy

Iglesias medievales y pescadores

La isla de Averøy es uno de los platos fuertes de una travesía por la Atlantic Road. Además de la imponente naturaleza que la rodea, hay en ella interesantes lugares históricos para visitar, como la iglesia medieval de Kvernes, en el costado occidental.

Este templo religioso construido en madera, data del año 1300 AC y es una de las más “recientes” iglesias de toda Noruega. Desde allí, la vista a los fiordos Kvernes y Frei es increíble.

Estando en la isla también podemos conocer la cueva de Bremsnes (ver recuadro aparte) y aprender sobre la cultura Fosna, que imperó en la región durante el Mesolítico. Langøysund, ahora una comunidad pesquera de la isla, fue alguna vez un puerto bullicioso a lo largo de la ruta costera principal, y lugar del Compromiso de 1040 entre el Rey Magnus I y los agricultores locales.

Noruega: la ruta que levita sobre el océano
Noruega: la ruta que levita sobre el océano

Cueva Bremsnes

Un viaje a la Edad de Piedra

Al sudeste del monte Bremsneshatten, esta enorme cueva homónima es una de las postas obligadas de la Atlantic Road, debido a su inmenso valor histórico. Es que allí fueron hallados vestigios de la Cultura Fosna, que habitó la región 10 mil años atrás. Durante sus excavaciones, los arqueólogos dieron con pinturas y rocas talladas, y hasta con un anillo hecho de piedra.

A muchos de estos descubrimientos, también podemos verlos en la isla Averøy, en las vitrinas del inmenso Museo Rural Kvernes: once edificios donde se conservan colecciones de diferentes períodos de la región. También hay construcciones que recrean cómo eran las viviendas de los pescadores, las casas flotantes y los comercios de la isla en los siglos XVIII y XIX, así como barcos antiguos muy bien conservados que podemos visitar.

Tormenta perfecta

La carretera en plan aventurero

Muchos eligen el otoño (nuestra primavera en el hemisferio sur) para viajar al medio oeste noruego y experimentar la adrenalina de recorrer la Atlantic Road bajo las violentas tormentas de temporada. De los ocho puentes que hilvanan a las islas a lo largo de los 8,27 km de carretera, el que se lleva todas las palmas para las fotos es el Storseisundet, el más alto y enrevesado, que ante los embates de la lluvia luce aún más imponente. Si preferimos, en cambio, planear este viaje en plan de relax o familiar, es mejor el verano noruego, ya que podemos recorrer esta ruta cautivante disfrutando de pescar en las zonas de los puentes, y avistar ballenas y focas.

Albóndigas de pescado

El último finde de julio, el Museum Rural Kvernes organiza la feria Olsok, un encuentro a pura música y artesanías, donde también se disfruta de manjares regionales como el Saltfeskbaill: unas deliciosas albóndigas de pescado, cebolla y queso, acompañadas de papas, zanahorias y brócoli al vapor, y una lluvia de panceta asada.​