Quienes pudieron conocer de cerca a la Reina Isabel II, cuyo fallecimiento fue anunciado este jueves, coinciden en que tenía preferencias gastronómicas mucho más sencillas de lo que cualquiera creería. Tal es así que, desde que tenía cinco años, repitió cada día un simple y particular plato: penny de mermelada.
Darren McGrady fue el encargado de dar detalles al respecto del plato, ya que fue chef privado de la familia real británica durante más de una década. McGrady cuenta que la reina elegía personalmente los menús que él debía cocinar.
Pese a que dejó ese trabajo hace tiempo, la experiencia lo llevó a la fama y, hoy, en su canal de YouTube como en entrevistas a diversos medios recuerda su tiempo en el Palacio de Buckingham y hasta se anima a contar algunas anécdotas y secretos.
Así, semanas atrás, publicó un video acerca de cómo recrear a la perfección el servicio de té real y explicó cuáles son los sandwiches que suelen ofrecerse en la residencia monarca.
En ese marco, destacó el “penny (centavo) de mermelada”. Este bocadillo especial es el que la reina comió por primera vez a las cinco años y repitió cada día de su vida en las meriendas. El chef asegura que la receta es muy sencilla: “Solo pan y mermelada -generalmente de frutilla- con un poco de manteca”.
De más está decir que la mermelada de la reina no era cualquiera: era casera y se hacía con frutillas cosechadas en los jardines del castillo de Balmoral, un palacio situado en Aberdeenshire, Escocia.
“Los llamábamos pennies, por el tamaño del antiguo centavo inglés”, explica el cocinero, que cortaba en forma circular los bocadillos. Además de ese clásico, también servían sandwiches de tomate y queso y el de pepino con queso crema de menta.
La anécdota del sandwich de mermelada es muy conocida, pero en junio de este año, en el marco de la celebración de los 70 años en el trono, la reina participó en un video en el que se la ve tomando el té junto al oso Paddington, un personaje ficticio, y dejó en claro la veracidad de la historia. El oso le ofrece un sandwich de mermelada y ella lo rechaza gentilmente mostrándole que siempre lleva uno en la cartera.
Qué otros gustos tenía la Reina Isabel II
McGrady también reveló al diario Telegraph que la monarca empezaba su día con una taza de té Earl Grey acompañada de unas galletas y una porción de cereales. De vez en cuando, comía huevos revueltos con salmón ahumado y trufa rallada.
Cada mediodía disfrutaba de un aperitivo, algún cóctel a base de gin y Dubonnet (un vermut) con una rodaja de limón y hielo. Otro chef real, Charles Mellis, señaló que cuando había invitados se servía tournedos (medallones de lomo vacuno salseados).
El chocolate era otro de los preferidos de la reina. En las meriendas se le solía presentar una torta cubierta de ganache, mientras que el postre ideal para ella era el mousse de chocolate.
Por su parte, la regla de la cena era simple y la reina muy disciplinada: cero almidón. “Nada de papas, arroz o pasta. Por lo general, prefería algo como lenguado a la parrilla con verduras y ensalada”, reveló el chef.