A partir de una ley aprobada en diciembre de 2013, el 30 de noviembre fue elegido como la fecha del Día Nacional del Mate. Desde entonces, distintas regiones de la Argentina han adoptado actividades especiales para celebrar este día.
Según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de la Yerba Mate, en la Argentina se consumen alrededor de 256 millones de kilos de yerba mate al año, lo que implica un consumo per cápita de 6,4 kilos.
Por qué se celebra el Día Nacional del Mate
La efeméride fue pactada para el 30 de noviembre debido a que en esa fecha, pero en 1778, nació Andrés Guacurarí y Artigas.
También conocido como Comandante Andresito, fue un militar guaraní que es recordado como uno de los primeros caudillos federales de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Guacurarí gobernó la provincia de Misiones entre 1815 y 1819, y fue el primer gobernador indígena de toda la historia argentina.
La decisión de conmemorar su nacimiento como el Día Nacional del Mate está justificada por su liderazgo como gobernador, en donde fomentó la producción, distribución y el consumo de yerba mate. También realizó un circuito comercial importante con la ayuda de los guaraníes y tuvo la iniciativa de prohibir el ingreso de yerba mate desde Paraguay para proteger el mercado interno. No lo pudo llevar a cabo el proyecto debido a los problemas sociales y la inestabilidad política de la época.
Cómo preparar un buen mate
Existen distintas maneras y gustos para preparar mate, no solo debido a las distintas yerbas, sino también a las diferentes maneras de prepararlo. Aun así, existe una técnica popularizada entre los argentinos para hacer un buen mate, duradero y con mucho sabor.
- Cargar el mate con 3/4 partes de yerba mate.
- Sacudir el mate tapándolo con la mano por unos segundos. De esta manera integramos bien los componentes y eliminamos el polvo de la yerba.
- Inclinar el mate levemente para que se forme una montaña. En el hueco que se formó, verter un poco de agua tibia de una temperatura de alrededor de 40 grados y dejar reposar por unos segundos.
- Colocar la bombilla en el área humedecida y hacer un movimiento de palanca para trabarla en el fondo y que quede recostada sobre la pared del mate.
- Verter el agua caliente con una temperatura de alrededor de 80 grados cerca de la bombilla, dejando seca la parte elevada de la yerba, comúnmente llamada “montañita”.
- Una vez que la parte húmeda vaya perdiendo sabor y la yerba esté quedando “lavada”, verter el agua periódicamente sobre el resto de la yerba.
De esta manera podremos prolongar al máximo la vida de nuestro mate sin que quede “lavado”, y no quemar la yerba con agua caliente, lo que podría provocar un sabor más amargo del deseado.