El nombre de Agostina Elena impactó en el universo de la coctelería al coronarse como la ganadora del Gran Bartender 2022 y desde entonces su vida dio un giro de 180 grados. A poco menos de un año del triunfo en la competencia pudo abrir su propio bar con tragos de autor y se enfrenta a ser empresaria, desafío que aprendió a “surfear” como aseguró en diálogo con Vía País.
El reconocimiento que generó gracias a su paso por la competencia la ayudó a inaugurar en el último verano Sofá Bar, en el barrio porteño de Chacarita donde ofrece sus mejores preparaciones y algunos platos. “Estar del lado de ser ‘dueña’ es algo que estoy aprendiendo”, reconoció.
Lejos de lo que muchos podrían llegar a pensar, Agostina aseguró que su paladar para los tragos es muy clásico, aunque disfruta de los sabores fuertes como servirse un whisky cuando llega a casa después de un día agotador: “Tomo poco coctel”.
La barista participó del lanzamiento de la quinta temporada del ciclo de coctelería de Telefe en Conchinchina Bar, el establecimiento de Inés de los Santos, una de los jurados del reality que estrena este 5 de agosto a la medianoche. Allí recordó lo que fue su participación y regaló algunos consejos a los próximos participantes como “dejar los nervios afuera”.
Vía País: - ¿Cómo fue participar en el Gran Bartender?
Agostina Elena: - Fue una experiencia hermosa, muy fuerte. Ahí adentro se viven muchísimas cosas muy fuertes todos los días. Mucha adrenalina. Me cambió la vida, cambiaron muchas cosas para mí pero internamente. Estar ahí, bajo presión, te pone en un lugar de saber dónde estoy parada hoy y eso te permite después moverte y jugar de otra manera. Desde ese momento hasta hoy pasaron un montón de cosas, tuve la posibilidad de abrir mi propio bar y en algún punto eso te ayuda. La visibilidad que me dio me ayudó mucho a poder llevar a cabo mis sueños y el reconocimiento de la gente, que me den ese espacio de mostrar lo que yo hago.
VP: - ¿Cómo te sentís como emprendedora? ¿Qué desafíos tuviste?
AE: - El contacto con el público a mí me gusta mucho, creo que quien se dedica a bartender nos gusta el diálogo con la otra persona porque es parte de nuestro oficio. Después, lo que es tener un bar y estar del lado de ‘dueña’ es algo que estoy aprendiendo. Cuando dije que quería tener mi bar nunca lo hice pensando que me quería llenar de plata. Busco sobrevivir, pero no tengo la fantasía de llenarme de plata con esto. El mayor desafío es entender que no todo es personal, es aprender que cada persona es un mundo.
VP: - Es como surfear las dificultades
AE: - Tal cual, desde superar las dificultades emocionales de las personas, las dificultades del país... hay que respirar hondo y buscar la manera de no perderse, de que no se vuelva algo tedioso algo que realmente amas. Ir de a poco, pisando firme pero de a poco.
VP: - ¿Qué te preparás para tomar cuando llegas a tu casa después de un día complicado en el bar?
AE: - Soy muy clásica, es como el básico ‘en casa de herrero, cuchillo de palo’, yo con una medida de whisky estoy, no necesito más. Poco coctel tomo, pero si caigo en los cocteles caigo en los clásicos como el daiquiri, la margarita... muy clásica soy para tomar.
VP: - ¿Qué consejo le darías a los nuevos participantes?
AE: - Tratar de dejar los nervios de lado porque es algo que te juega mucho en contra y no te permite disfrutar en el momento y pasa todo tan rápido que después decís, me hubiera gustado disfrutarlo un poco más y no estar tan nerviosa. Pero sé que por más que se los diga, los nervios van a estar.