El consumo de lentejas es esencial en la dieta, ya que estas legumbres son fuente de proteínas, fibras, minerales, vitaminas y ácido fólico. Si bien requieren una mayor preparación en relación a otros alimentos, vale la pena tomarse el tiempo y conocer los trucos para que salgan deliciosas. En época invernal, los guisos son el plato principal, mientras que en verano se combinan en distintas ensaladas. Para ambas estaciones, las recomendaciones son las mismas.
- Seleccionar las lentejas previamente. Muchas veces vienen mezcladas con pequeñas piedritas. Si en cambio se compraron empaquetadas, no deberían contener impurezas.
- Para que no salgan duras, hay que ponerlas en remojo antes de cocinarlas. Al menos una hora. Si no se ponen en remojo previamente, habrá que poner mayor atención en la cantidad de agua que se coloca para la cocción.
- Si se elige hacer lentejones en vez de lentejas, no hará falta ponerlos en remojo.
- Si se colocan en una olla para guiso, hay que reparar en que la cantidad de agua las cubra, al menos, unos cinco centímetros.
- Cocinar una hora a fuego lento para que no se desarmen.
- Una vez agregadas las lentejas a la preparación, no revolver.
- Si se desea freezar lentejas ya cocidas, deberá hacerse sin haberlas preparado y sin estar condimentadas.
- No se recomienda cocinar las lentejas en ollas de hierro o aluminio ya que pueden provocar que tomen un sabor metálico.
- Las lentejas, una vez cocidas, deben quedar algo cremosas. Si esto no ocurre es porque se ha agregado mucho más caldo del necesario para su cocción.
El consejo maestro: el guiso de lentejas será distinto a cualquier otro, siempre y cuando, coloques algún producto ahumado como pimentón o panceta de este tipo.