El mercado online de productos es tan extenso y diferente que oculta dentro de él miles de sorpresas. Haciendo un recorrido por las secciones de la plataforma de compra online más utilizada del país se pueden encontrar diferentes precios y posibilidades, desde algunas en valores accesibles hasta algunas que superan el precio de un auto.
El producto más caro que encontramos corresponde a Catena Zapata con una Estiba Reservada Vertical que incluye 22 botellas desde la cosecha 1990 hasta la 2013 a tres millones de pesos. Aunque si se divide el total por cada uno de esos vinos, el costo por unidad es de poco más de $135.000. Por la mitad de ese precio se consigue la misma colección, salvo que solo incluye 19 botellas desde 1990 al 2010. Aquí el costo por cada ejemplar se reduce a casi $79.000.

El vino más caro que se ofrece en la plataforma es la cosecha 1981 de la bodega Felipe Rutini. Este blend se ofrece en caja de madera a $550.000 la botella. El mismo tinto de la bodega mendocina, pero de la añada 1985 se ofrece por un poco menos y se puede adquirir también en caja de madera por medio millón de pesos.
Por casi $37.000 por botellas se puede conseguir la Colección Vertical del 2007 al 2015 del malbec de Viña Cobos. El conjunto de nueve vinos cuesta en la plataforma $330.000.

Aunque hay muchos más ejemplos, la lista de precios estrafalarios para vinos nacionales concluye con la botella de Rutini Antología V de la añada 1997 que tiene un precio de $185.000.
Algunos de ellos aparecen en repetidas ofertas y algunos de sus precios pueden variar, pudiéndose conseguir por un poco más o un poco menos de los precios que hemos tomado como referencia en esta publicación.
Por Sol Devia.
*Este texto fue publicado originalmente por Los Andes. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.