El reciclaje está a la orden del día y cada vez más personas se suman a estas tendencias que no paran de crecer. Ahora, un nuevo truco reveló cómo transformar una sartén vieja en un adorno para las plantas de tu jardín.
Esta alternativa no solo permite extender la vida útil de un objeto común en la cocina, sino que además aporta creatividad, reduce residuos y agrega un toque original a cualquier ambiente, interior o exterior.
La reutilización de utensilios de cocina en proyectos de decoración se ha vuelto cada vez más popular. En vez de descartar rápidamente las sartenes desgastadas, el reciclaje decorativo invita a repensar su función para convertirlas en elementos útiles y llamativos. Transformar una sartén en soporte para plantas, además de sumar estilo, refuerza el compromiso con el medio ambiente y fomenta el ingenio para aprovechar materiales disponibles en casa.

Cómo transformar una sartén en soporte para plantas
El primer paso para llevar adelante este proyecto es reunir los materiales necesarios. Se requiere una sartén vieja, un trozo de malla de alambre hexagonal (malla gallinera), pintura en aerosol del color deseado, tijeras de alambre, pinzas, plastilina epóxica, musgo natural, tierra y las plantas elegidas para decorar.
El canal ‘Amando mi casa’ recomienda comenzar limpiando bien la sartén y midiendo la malla para cubrir aproximadamente la mitad de su superficie, dejando un pequeño excedente para doblar y fijar luego.

Se aconseja pintar la sartén y la malla con aerosol, tanto por fuera como por dentro, para renovar el aspecto y proteger el material. La pintura puede ser de tonos metalizados, mate o el color que mejor combine con la decoración del espacio elegido. Una vez que ambas piezas estén secas, se corta la malla con tijeras especiales y se la moldea con pinzas, ajustándola a la curva de la sartén y doblando el excedente hacia la parte trasera, garantizando que no queden puntas expuestas.
Consejos para el uso decorativo
Después de moldear correctamente la malla, se procede a fijarla a la sartén utilizando plastilina epóxica. Es fundamental amasar bien el material y aplicarlo firmemente en todo el borde de la sartén, hasta que la malla quede incorporada y perfectamente sellada. Este paso es clave para evitar posibles filtraciones de agua durante el riego de las plantas y asegurar que la jardinera sea segura al manipularla o colgarla.
Para finalizar, y antes de añadir la tierra, se recomienda colocar una capa de musgo en la parte interna de la malla, lo que ayuda a retener el sustrato y previene que la tierra se escape por los huecos. Luego, se añaden las plantas seleccionadas, por ejemplo, especies como kalanchoe, y se rellena delicadamente con más sustrato en los huecos para sujetarlas.






















