Con la llegada del verano, las altas temperaturas y la humedad, es cierto que comienza una preocupación para los fanáticos de la jardinería. En ese sentido, cabe remarcar que existe un insecto que ataca a las plantas que colocas en tu jardín y puede destruir tus plantas.
El saltamontes es una de las plagas estacionales que genera más consultas en el ámbito del cuidado de los espacios verdes. Su aparición, vinculada directamente a los ciclos cálidos, obliga a tomar precauciones específicas para evitar daños severos en especies ornamentales y huertas urbanas.
La presencia de estos insectos coincide con el aumento de la temperatura y la menor frecuencia de lluvias, factores que aceleran su reproducción y actividad. Los daños que provocan saltamontes suelen notarse en poco tiempo: hojas con bordes irregulares, tallos que pierden firmeza y flores incompletas son algunas de las señales de alarma. Un diagnóstico precoz resulta clave para limitar el impacto de la plaga y mantener el equilibrio del jardín durante la temporada alta de calor.

Por qué los saltamontes aparecen en verano y cómo detectar su presencia en el jardín
El ambiente seco y cálido propicia la proliferación de los saltamontes, cuyo ciclo de vida depende del calor para completar sus etapas de desarrollo. Según especialistas en manejo integrado de plagas, estos insectos encuentran entre diciembre y febrero las condiciones ideales para reproducirse y expandirse por jardines y huertas de zonas urbanas y suburbanas.
Una de las características más visibles del ataque son las mordidas irregulares en los bordes de las hojas y las partes faltantes en brotes o flores jóvenes. Cuando la población de saltamontes crece, el daño se intensifica de forma rápida, especialmente en plantas nuevas o especies sensibles como rosales, dalias, hortalizas y gramíneas ornamentales. Además, pueden observarse pequeños excrementos en el suelo y, en casos severos, grupos de estos insectos que saltan ante la mínima perturbación.
El diagnóstico visual se refuerza al identificar los saltamontes adultos, de tamaño mediano a grande y tonalidades que van del verde al marrón. Se sugiere inspeccionar periódicamente el reverso de las hojas y la base de los tallos, ya que suelen refugiarse allí durante las horas de mayor calor.

Cómo proteger las plantas ante estos daños en la temporada de calor
Para prevenir y controlar la aparición de saltamontes en el jardín, una de las recomendaciones básicas es mantener una rutina regular de riego. Los ambientes bien hidratados resultan menos atractivos para este tipo de plaga, que prefiere zonas secas o con bajo mantenimiento hídrico. Otra medida relevante es la remoción frecuente de malezas y restos de plantas, donde los saltamontes depositan huevos y buscan refugio.
La instalación de mallas finas o telas anti insectos alrededor de especies vulnerables actúa como barrera física, sobre todo durante las primeras semanas del verano, periodo en que los ejemplares juveniles se alimentan con mayor intensidad. Además, fomentar la biodiversidad invita a depredadores naturales, como aves insectívoras y himenópteros, que contribuyen en el control biológico de la plaga.
El retiro manual de saltamontes es otra estrategia recomendada, en especial al detectarse los primeros signos de daño en el espacio verde. Para quienes prefieren soluciones específicas, existen productos autorizados a base de ingredientes selectivos que permiten intervenir sin perjudicar a otras especies ni al medio ambiente. El uso de estos tratamientos debe ajustarse siempre a las indicaciones profesionales para evitar efectos adversos.























