Araceli González y Adrián Suar se conocieron en 1991 durante las grabaciones de La banda del Golden Rocket. En ese entonces, ella era una de las modelos más populares del país y había conquistado al público con su carisma, mientras que él se destacaba como un seductor atípico, alejado del estereotipo del galán clásico.
Aunque tenía apenas 23 años, Suar ya acumulaba una década de trayectoria en televisión: debutó a los 13 años en El papá garrón de los domingos, pero alcanzó la popularidad con la tira juvenil Pelito. Más tarde, participó en otras producciones como Vendedoras de Lafayette, De carne somos y hasta compartió pantalla con Ricky Martin en una serie para adolescentes.

Volviendo a La banda del Golden Rocket, en la ficción el personaje de Suar se enamoraba del de Araceli... y lo mismo ocurrió fuera de cámaras: los actores comenzaron un romance que captó la atención de las revistas, los fanáticos de la serie y de quienes soñaban con ellos como pareja ideal.
Tras el final de la serie, la pareja afianzó su vínculo. En 1994, Adrián dio un paso clave en su carrera al fundar la productora Polka y lanzar su ambicioso proyecto Poliladron, una ficción que no solo impulsó su crecimiento profesional, sino que también revolucionó la forma de hacer televisión en la Argentina.

Para concretar ese sueño, no solo necesitaba a alguien que confiara en su proyecto, sino también a quien aportara el capital necesario: fue Araceli quien lo apoyó económicamente con 70 mil dólares.
Dos décadas más tarde, Suar compartió esta historia en una entrevista con la revista Gente. “Me prestó 70 mil dólares. Yo ya tenía otro tanto”, relató, y aseguró que no le resultó difícil convencerla: “Siempre estuvo muy segura (por Araceli). Vivíamos juntos y se bancaba mi neurosis. Los primeros tiempos fueron muy duros... Al cuarto capítulo me quedé sin un centavo”.

Además, reveló que pudo devolverle el dinero: “¡Saldé la deuda tres años más tarde, con intereses! La invité a cenar, y en medio de la noche saqué un cheque. ‘Ara, ta agradezco tanto’ - le dije - Siempre recuerdo ese momento, más allá de la gratitud con ella, como un gran acto conmigo mismo. Me liberó, me hizo muy bien”.
Su casamiento y el nacimiento de su hijo
En 1997, Araceli y Adrián celebraron su casamiento con una gran fiesta en una quinta de Hurlingham, a la que asistieron más de 250 invitados. Un año después, nació el único hijo de la pareja: Tomás “Toto” Kirzner.

Sin embargo, en 2002 comenzaron las dificultades en la relación y, tras un período de idas y vueltas, en 2004 decidieron ponerle fin al matrimonio. La separación se dio en medio de un conflicto legal por los bienes compartidos, y según trascendió en aquel entonces, la disputa involucraba una suma superior a los ocho millones de dólares.
La razón por la que cortaron Araceli González y Adrián Suar
En cuanto a las causas de la separación, circulaban con insistencia rumores de infidelidades por parte de Suar, quien para ese entonces ya era el productor ejecutivo de PolKa. Su fama de conquistador persistía, y era frecuentemente vinculado con colegas del ambiente artístico.
Araceli, al hablar sobre las diferencias que marcaron el final del vínculo, expresó: “Cuando conocí a Suar, él era una persona exactamente igual a mí. Los dos estábamos en la búsqueda de una profesión y convivimos. Él empezó a crecer y yo seguí mi carrera paralelamente. Él tuvo un crecimiento muy abrupto y hay que ver si eso es bueno o malo. Uno tiene que estar preparado para algo así. Adrián tuvo un éxito incondicional y eso me arrastró a una vida diferente”.

En febrero de 2008, Adrián Suar hizo pública su relación con Griselda Siciliani, aunque Araceli sostiene que ese vínculo comenzó mientras ella aún intentaba salvar su matrimonio. “Su relación empezó en un momento en que yo estaba teniendo un acercamiento con Adrián. Hay que decir las cosas, estoy cansada de no hablar”, reveló en su momento, al referirse a un secreto que había guardado por más de una década.