Martita Fort y su mellizo Felipe viven días bastante complicados tras el fallecimiento de su tutor, Gustavo Martínez, quien fue la última pareja de su padre Ricardo Fort, a diez días de su cumpleaños. Sin embargo, los jóvenes intentan tomarse con calma la situación apenas haber alcanzado la mayoría de edad.
Ya con los 18 años cumplidos, los hijos del empresario chocolatero pueden heredar las propiedades, autos y acciones de su padre y de su abuela, pero lejos de abrumarse con todos los cambios, los chicos se enfocan en sus amistades más cercanas, su familia y su círculo más íntimo mientras disfrutan de un viaje por Los Ángeles en Estados Unidos.
Pero dos días antes de la repentina muerte de Martínez, Martita brindó una entrevista donde llenó de elogios a su tutor legal y también recordó a su papá. En ese sentido, reveló un especial pedido que le hizo antes de fallecer y confesó cuál fue su reacción.
La joven recordó cómo era la relación con su padre y contó que era “muy sobreprotector”. Detalló que cuando era pequeña siempre estaba custodiada por cuatro equipos de seguridad que estaban siempre junto a ella, en todo momento y eso le generaba cierta incomodidad. Un día decidió planteárselo al empresario con la ilusión de que cediera un poco, pero no le hizo caso.
“Era muy sobreprotector. Me parecía raro ir a merendar con amigas y tener a los patovicas. Un día le pedí que quería ser como la gente normal, me molestaba, me sentía intimidada, pero a él no le importaba”, confesó en diálogo con Telefe Noticias.
Y expresó: “Era muy estricto. No nos dejaba ir a pijamadas ni nada. De él herederé su carácter. Cuando me enojo son hiriente y directa. Tengo que tener cuidado con la gente porque muchos me usan como lo usaron a él. A las personas les gusta más la presencia de la hija de Ricardo Fort que la de Martita Fort”.
Martita Fort habló de su vínculo con Gustavo Martínez
Tras el fallecimiento de Fort, Martínez quedó a cargo de sus hijos como tutor legal y los acompañó durante ocho años hasta decidir quitarse la vida el pasado 16 de febrero, diez días antes de que los hermanos cumplieran la mayoría de edad. Pero antes de su partida, Martita contó detalles de cómo era su relación.
“Gustavo es mi tutor, una persona tranquila, buena. Un hombre bastante casero que le gusta quedarse mucho en casa. Marisa (la niñera), en cambio, es quien me acompaña a los viajes. A Gustavo nunca le gustaron las cámaras, eran polos opuestos con mi papá. Ricardo siempre quiso que en el colegio dijéramos que teníamos dos papás: él y Gustavo. Sin embargo, Gustavo nos pidió que lo llamáramos padrino”, contó honesta.