La farándula argentina está repleta de figuras que ganaron protagonismo en los últimos años, y una de las más destacadas es Sol Pérez, quien se consolidó como una presencia fuerte dentro de Telefe. Recientemente, sorprendió al compartir una faceta poco conocida de su vida privada al hablar sobre momentos íntimos vividos junto a su esposo, Guido Mazzoni.

Aunque hoy están profundamente enamorados, su historia de amor no siempre fue sencilla. Antes de casarse atravesaron una etapa muy complicada en la relación, durante la cual Sol tuvo que esforzarse al máximo para recuperar y fortalecer el vínculo que casi se rompe.
La crisis que tuvieron Sol Pérez y Guido Mazzoni
Los inicios de la convivencia no resultaron fáciles y, de hecho, la relación enfrentó un momento tenso en el que él decidió tomar distancia: “Guido me mandó a terapia, realmente. Yo siempre estuve… cucú. Siempre, mal. Pero bueno, yo conmigo me llevaba bien. Uno le grita a la mamá y dice ‘es mi mamá, me va a perdonar’”, confesó Sol Pérez con sinceridad al recordar esa etapa.
En el marco de una entrevista con Mariano Iúdica para Infobae, Sol Pérez se sinceró sobre su forma de reaccionar en los momentos de conflicto con su pareja: “Muy gritona, muy viste… de calentarme chispita, yo iba a decir las peores cosas que se me pasaban, para lastimarlo, verlo sufrir. Y después dos segundos, cáncer, ‘está todo bien, vamos a tomar el té’”, expresó, mostrando su costado más impulsivo y emocional.
Uno de los momentos más delicados en la relación de Sol Pérez y Guido Mazzoni ocurrió cuando ella intentó revisar su celular. Aunque él accedió, esa situación desató una fuerte crisis de pareja que estuvo a punto de poner fin a su historia de amor.
En una confesión sin filtros, Sol Pérez recordó uno de los episodios más duros de su relación con Guido Mazzoni: “¡Uy, él no quiere que lo cuente, pero sí, me dejó por WhatsApp! Un día quise verle el celular y él me dijo ‘¿Querés verlo? Yo te lo doy, pero va a ser la última vez que me ves la cara’. Y yo igual lo agarré. Lo revisé, no encontré nada, pero es mi locura”, reveló.

Mostrando una fuerte autocrítica sobre su comportamiento en las relaciones pasadas, añadió: “Todas mis relaciones eran así. ¡Para mí, todos me iban a cagar! Así que me dijo ‘Bueno, listo, chau’. Y no me atendió más el teléfono. Y yo como loca, le mandaba mensajes hasta del teléfono de mi mamá. ¡Una sacada mental! Yo dije: a este pibe no lo pierdo por nada en el mundo porque lo amo, ¡es el amor de mi vida!”.