Mercedes Sosa, conocida como “La Negra,” fue una de las cantantes de música folclórica más importantes y queridas de Argentina y América Latina. Nació el 9 de julio de 1935 en San Miguel de Tucumán y falleció el 4 de octubre de 2009 en Buenos Aires. Sosa es recordada por su inigualable voz y su capacidad para interpretar una amplia variedad de géneros musicales, aunque siempre se mantuvo fiel a sus raíces folclóricas. Su repertorio incluía canciones de protesta y compromiso social, por lo que durante la dictadura cívico militar en Argentina (1976-1983) debió exiliarse.
En el plano familiar, Mercedes se casó con Oscar Matus, un músico mendocino y juntos se convirtieron en padres de Fabián Matus, su único hijo, quien le dio dos nietos a la cantante: Agustín y Araceli.
Araceli fue quien siguió los pasos de su abuela en el mundo de la música. Primero como musicoterapeuta se abocó a la atención de personas mayores con deterioros cognitivos y demencias, y en 2023 sacó su primer disco solista: Matuseándose (nominado a los premios Gardel).
Sobre cómo se inició en la música, Araceli recordó la influencia de su abuela: “Yo soy música y el canto es parte de la música que soy, esto lo sé desde muy niña. Antes de empezar a estudiar formalmente piano yo tenía un tecladito, y mi abuela cantaba algo y después me decía: ‘A ver, tocalo’. Y yo tenía que memorizarlo y tocarlo. Otra variante era: me cantaba algo y luego me pedía: ‘Ahora seguilo vos’. Así me fui criando y construyendo como música y a la vez como cantante, ¿o cantora? Me da lo mismo”.
La nieta de Mercedes Sosa, a cargo de la fundación de su abuela
En 2019, Araceli asumió la responsabilidad de la fundación dedicada a su abuela y su legado. “Hoy mi trabajo consiste en poder cuidar y difundir el legado artístico de Mercedes y, además, de la cultura latinoamericana, lo cual es un montonazo”, explicó en una nota al diarioLa Nación.
“No grabé con ella porque no quise, por boba, porque siempre necesité a mi abuela, no a Mercedes Sosa el mito”, se lamentó Araceli quien recordó que el peso de la fama de “La Negra” fue traumático para ella. En ese sentido recordó cuando la visitó de pequeña en España y notó que la trascendencia de su abuela era tal que ni en Europa podían andar tranquilas por la calle.