Disney Studios ha sabido crear historias que han sido acogidas por los corazones de millones alrededor del mundo. Con películas que se han vuelto un clásico y series juveniles que formaron parte de la adolescencia de generaciones enteras, el estudio ha demostrado ser uno de los mejores.
Es el caso de ¡Buena suerte, Charlie! uno de los programas de televisión más exitosos que Disney Channel ha dado. La misma se estrenó en el año 2010 y concluyó cuatro años después, con un final emocionante.
Parte del gran éxito de la serie se debe a Bridgit Mendler, quien interpretó a la dulce Teddy, la segunda hija de los Duncan. Preocupada de su ausencia durante los primeros años de vida de su hermanita Charlie, producto de su comienzo en la universidad, aquella le filma videos caseros cada día, mostrando lo peculiar y divertido de su familia.
Si bien Bridgit contaba con otras actuaciones, por ejemplo en Los hechiceros de Weverly Place, fue el personaje de Teddy el que la catapultó hacia la fama, la cual duraría menos años de lo que todo el mundo imaginaba.
Tras el final de ¡Buena suerte, Charlie!, Bridget apostó todo a su carrera musical. Disney vio su gran talento para el canto y decidió producir una película en la que su voz fuera la protagonista: Lemonade mouth.
El éxito de esta cinta fue total, tanto que hasta el día de hoy es recordada con cariño por los fanáticos del canal. Fue así que, Bridgit firmó contrato con Hollywood Records, discográfica de la que han salido grandes estrellas como Tini, Sabrina Carpenter, Sofia Carson y hasta la banda Queen.
La caída de Bridgit Mendler
El futuro de Bridgit Mendler parecía asegurado. Una estrella estaba naciendo y era solo cuestión de tiempo para que todo el mundo la conociera. Sus sencillos, entre ellos Ready or not y Hurricane, se vendieron como pan caliente, logrando el platino en Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda.
Sin embargo, todo fue en picada cuando a Bridgit la convocó la NBC para grabar la cortina musical de la serie Undateable, donde también actuaba. Frente a ello, le pidió permiso a Disney y según ella el estudio habría aceptado.
Una vez lanzado el tema musical, la compañía junto a Hollywood Records la desligó de todo trabajo, por más que se encontraba a punto de sacar a la venta su segundo álbum. En entrevistas posteriores, Bridgit aseguró haber sido traicionada por Disney. Desde entonces, continuó sacando música pero de forma independiente y estudió en diferentes universidades.