Estrenada en 2002, Ciudad de Dios (Cidade de Deus) es mucho más que una de las películas más premiadas del cine brasileño: es una radiografía feroz de la violencia estructural que, más de veinte años después, sigue marcando el pulso de Río de Janeiro.
Su retrato de las favelas, las guerras territoriales y el poder del narcotráfico vuelve a resonar hoy, tras la masacre que dejó más de 130 muertos en los barrios de Alemão y Penha durante una operación policial contra el Comando Vermelho (CV).
No es de extrañar que hoy en día, a raíz de la escalada de violencia en Río, el interés por la cinta se renueva. Así lo de cuenta Trends, plataforma que rastrea tendencias en búsquedas de Google: el término “Ciudad de Dios” ha visto un aumento puntual en el último día.
De qué trata Ciudad de Dios
Dirigida por Fernando Meirelles y Kátia Lund, y basada en la novela homónima de Paulo Lins, la película se sitúa entre fines de los años 60 y principios de los 80 en una favela real de Río de Janeiro: Ciudad de Dios. Allí seguimos la vida de dos jóvenes con destinos opuestos: Buscapé, un chico tímido que sueña con ser fotógrafo, y Dadinho, un niño ambicioso que crece hasta convertirse en el temido Zé Pequeño, un narcotraficante sin piedad.
A través de la mirada de Buscapé, narrador y testigo, la película muestra cómo la pobreza, la falta de oportunidades y la corrupción estatal alimentan un ecosistema donde la violencia se hereda como una forma de supervivencia. En ese mundo, “luchar es morir, correr es inútil”, y la única salida parece ser escapar o adaptarse.
Cómo anticipó la guerra narco de Río
Dos décadas después de su estreno, Ciudad de Dios sigue siendo una pieza incómoda porque anticipó con precisión la consolidación del narcotráfico en las favelas y el surgimiento de organizaciones como el Comando Vermelho, nacido justamente en los años 70 dentro del sistema carcelario de Río.

El film retrata ese mismo momento histórico en el que los robos menores y las pandillas juveniles mutan en una industria criminal organizada, donde los adolescentes son reclutados como soldados descartables. Esa misma lógica, mostrada en pantalla con crudeza, reaparece hoy en los informes de la masacre reciente: los muertos son en su mayoría jóvenes de sectores populares atrapados entre facciones armadas y fuerzas estatales.
Dónde ver Ciudad de Dios
La película está disponible en HBO Max, junto con su secuela televisiva estrenada en 2024, Ciudad de Dios: La lucha no para, que retoma la historia décadas después y explora cómo la violencia sigue siendo una herencia colectiva en las favelas de Río.

















