Cuando imaginamos el entorno en el que trabajan las mentes más creativas del mundo, tendemos a visualizar un lugar tranquilo, donde no vuela ni una sola mosca. Y es que hasta hace muy poco tiempo, todo indicaba que la concentración y la distracción eran dos términos antagónicos.
Pero los estudios más recientes en la materia han llegado para advertirnos que, cuando se trata de llevar a cabo actividades de tipo creativo, dedicarse a una sola cosa a la vez no es tan bueno como imaginábamos.
En esta oportunidad ha sido Jackson Lu, investigador de la Columbia Business School, el que ha buscado echar más luz sobre la cuestión. Este gurú de la creatividad reunió en un laboratorio a un grupo de personas y les pidió que analizaran los usos posibles que podrían darle a dos objetos más que conocidos: un ladrillo y unos escarbadientes.
Mientras que algunos de los participantes dedicaron todo su tiempo a enfocarse sobre uno de ellos a la vez, a otros se les pidió que resolvieran la consigna pero analizando las potencialidades de los dos al mismo tiempo.
Los resultados de este experimento no dejaron dudas al respecto. Frente a una misma cantidad de tiempo disponible, los que tuvieron que buscar respuestas al desafío por partida doble tuvieron mayor cantidad de ideas y más innovadoras que las de aquellos que se concentraron solo en un objeto.
El fenómeno que Lu estudió se conoce con el nombre de fijación cognitiva, y tiene que ver con que al quedarnos encerrados con en el primer pensamiento que se nos viene a la mente, tenemos mayores dificultades para dar vuelta de página y conseguir soluciones nuevas frente a un mismo problema.
“Cuando trabajas en tareas para las que el pensamiento creativo es beneficioso, introduce de forma consciente descansos que te ayuden a refrescar tu concentración”, aconsejaba el responsable de la investigación en un nota reciente con BBC.
Pero la importancia de tomar aire antes de seguir adelante con una actividad que requiere de imaginación no es la única conclusión que se desprende del estudio de Lu. Y es que de acuerdo con este experimento, pensar en equipo tampoco es garantía de no quedar bloqueado. Incluso en esta dinámica de trabajo, para que la creatividad aflore es necesario cambiar de tarea y no concentrar nunca todos nuestros esfuerzos en una sola misión por demasiado tiempo de corrido.