Un joven inglés de 21 años se volvió adicto a un energizante y a causa de su adicción se le pudrieron los dientes. Vinnie Pyner comenzó a tomar la bebida de manera regular al ingresar al segundo año de la universidad, en septiembre de 2017.
Según el chico, esta práctica lo ayudaba a concentrarse en las materias y lidiar con el estrés y el cansancio que experimentaba. En un principio tomaba al menos 3 latas por día, pero en poco tiempo la cantidad ascendió a 6 latas diarias.
Los fabricantes del producto advierten en la etiqueta que un consumidor no debe excederse de los 1,36 litros al día, pero Pyner terminó tomando hasta tres litros de la bebida energética durante una jornada. Cuando no lo hacía, sufría de abstinencia a la cafeína.
A pesar de cepillarse los dientes dos veces al día, hacia fines de año el joven comenzó a experimentar un intenso dolor. En marzo de 2018, sus 4 incisivos se quebraron al morder una manzana. Al visitar al dentista, supo que a causa de su adicción toda su dentadura estaba prácticamente podrida.