Mucho hemos escuchado sobre la necesidad de reciclar y reutilizar el plástico, que tanto tiempo tarda en degradarse y afecta al medio ambiente. Ante esta situación, muchas personas eligen rellenar las botellas vacías. Pero este hábito podría afectar su salud.
Según publicó la revista especializada Consumer: en la mayoría de los casos, el envase no está preparado para ser utilizado más de una o dos ocasiones. Y esta práctica puede traer distintos problemas vinculados a dos sustancias: el bisfenol A (BPA), que se utiliza para lograr que el plástico resulte duro y transparente, y los ftalatos, que se generan que la botella sea al mismo tiempo blanda y flexible.
Aparición de bacterias
Otro problema de rellenar una botella y volver a beber de la misma tiene que ver con las condiciones de asepsia. Según explicó a BBC Mundo Ana Troncoso, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Sevilla, en España, "la botella puede contaminarse con microorganismos y bacterias que proceden de nuestra boca o del ambiente", le
Además, de acuerdo a un experimento realizado por expertos británicos publicado en 'Men's Health', se encontraron "más bacterias en las botellas reutilizadas por atletas durante una semana que en un inodoro (más de 900.000 unidades formadoras de colonias por centímetro cuadrado), de las que el 60% fueron capaces de transportar enfermedades a varias personas".
Migración de sustancias químicas
"El bisfenol A es una sustancia química controvertida que se emplea en la fabricación de una amplia variedad de artículos de uso común y que se cree que interfiere en las hormonas sexuales", explica Marta Chavarrías en su artículo de Consumer. Además, resalta que el BPA tiene la capacidad de migrar hacia las bebidas, aunque está del todo claras si esta sustancia afecta a los humanos. Sí se sabe que puede interferir con el sistema endocrino de las glándulas.
Roturas peligrosas
Muchas botellas de agua son relativamente frágiles y no están diseñadas para ser reutilizadas. Al rellenar, lavar y transportar una botella de agua, ésta puede romperse o agrietarse. La rotura física del plástico podría liberar químicos o almacenar bacterias en las fisuras. Asimismo, es importante es el modo de almacenamiento de las botellas de plástico, ya que no deben someterse a temperaturas elevadas ni a luz excesiva, porque la migración de sustancias indeseadas es mayor cuanto mayor es la exposición a temperaturas elevadas y a la presencia de luz.