Annemarie Heinrich (arriba de estas líneas, uno de sus más famosos autorretratos) nació en 1912, en un pequeño pueblo alemán y a los 14 años se instaló con su familia en Entre Ríos, donde abrazó la pasión por la fotografía de la mano de su tío Karel.
Instalada de joven en Buenos Aires, comenzó a trabajar en revistas femeninas y de espectáculos, en plena edad de oro del cine y el teatro argentino, donde pronto destacó como una artista magistral del retrato (su otro gran universo creativo fue el desnudo). Durante buena parte del siglo XX fue considerada como "la" fotógrafa de las estrellas y de los íconos de nuestra cultura.
Como sucede con las grandes artistas, su obra cobra nuevos significados con el tiempo. Y ese es el caso de las magníficas series de retratos de grandes mujeres argentinas que realizó a lo largo de su carrera, que hoy adquieren nuevas significaciones. Mujeres carismáticas y talentosas, tan pioneras y abre caminos como la propia Annemarie.
Las grandes mujeres de Annemarie Heinrich
- Isabel Sarli. La gran sex symbol del cine argentino, en un retrato de alto voltaje tomado a inicios de la década de 1960.
- Eva Duarte. En sus tiempos de actriz, antes de conocer a Juan D. Perón, en un imagen muy poco conocida.
- Tita Merello. Uno de los muchos retratos que Annemarie tomó de la actriz y pionera del tango femenino a lo largo de su vida.
- Pinky. En 1964, cuando se consagró en la radio.
- Libertad Lamarque. La primer estrella argentina en conquistar Latinoamérica.
- Maria Vaner. Icono del cine y la TV de los años 60.
- Doña Petrona. La “chef” que abrió camino en la TV.
- Gilda Lousek. Retratada en 1953, a los inicios de su carrera.
- Mercedes Sosa. La “Negra” y su bombo, en 1962.
- Susana Freyre. Diva de la edad de oro del cine, protagonista del célebre filme “Paula cautiva”.
- Graciela Borges. Un retrato intimista y natural de una jovencísima “Gra”, con 20 años recién cumplidos.
- Raquel Forner. Pintora, escultora y agitadora cultural