La edición 2015 de "Gran Hermano", el famoso reality show, introdujo una novedad al cambiar de canal que lo emitía y pasar a la señal América.
En ese ciclo de mucho desparpajo, brotaron muchas figuras reconocidas de la actualidad como Marian Farjat, Brian Lanzelotta y Romina Malaspina. Una de las más recordadas es Belén Etchart, que cautivó a miles de los seguidores del programa con su sonrisa y su belleza.
La sensual morocha de pelo largo fue considerada por la audiencia y la crítica una gran jugadora: salió tercera tras 155 días en el interior de la casa más famosa. Después de esa experiencia, incursionó en la actuación con obras teatrales en Carlos Paz (Córdoba) y el espectáculo "Enredados", junto a Federico Bal y Laurita Fernández.
Lo que nunca pasó desapercibido fue su excelsa figura, con la que engalanó cientos de producciones fotográficas e encendió las redes sociales a través de sus cuentas.
La revista Paparazzi la contactó para conocer su actualidad, sus proyectos, sus recuerdos de "Gran Hermano" y mucho más. En primer lugar, la famosa trazó un paralelismo entre el aislamiento social y el reality televisivo. "'Gran Hermano' nos preparó también para la pandemia, fue un simulacro de lo que estamos viviendo hoy", sostuvo en la entrevista que brindó.
Dentro de las complejidades de la cuarentena, Etchart le encontró una motivación y se sumergió en una actividad nueva para ella: la escritura. "La cuarentena me despertó una faceta literaria. Me estoy tomando el tiempo para escribir un poco reflexiones de la paz interior, de cómo enfrentar la perturbación emocional que sobrellevamos día a día los seres humanos", aseguró.
Conocido su vínculo con la religión, ahondó en el mensaje global que encierra el coronavirus. "Como decía el proverbio 'el ánimo del enfermo soportará la enfermedad', es decir, que si tenés las defensas bajas te entra cualquier peste. Es lo que enseñó Jesús, a controlar nuestros pensamientos, a filtrarlos porque nos intoxica, a limpiar nuestro corazón. También a cuidar nuestras palabras porque nos contamina hablar cosas malas", explicó.
"Esto sirvió para conectarnos con lo verdadero, el aquí y el ahora. Todo lo que tengo es esto. Quiero disfrutar de mi mamá, mi prima, mi tía, mi hijo. Disfrutar del mate que me tomo con mi mamá encerrada en mi casa. La vida es eso. Los sueños absurdos, futuristas, son pura vanidad. Al final hay que estar felices ya, ahora, con lo que sea, más allá de las adversidades que nos rodean", analizó.
En la época anterior a su ingreso a "Gran Hermano", ya tenía un fuerte interés por la indumentaria. "Al salir de la casa aproveché que me aumentaron mucho los seguidores en las redes y empecé a difundir la ropa por Instagram", señaló.
"Lo que perseveró, después de las presencias en eventos y la actuación, fue la indumentaria. Hoy tenemos un showroom y hacemos ferias en Capital Federal y el interior del país con mi socia, que es de la Patagonia", contó, y añadió que comercializan artículos importados.
Claro que el cese de muchas actividades comerciales por la cuarentena le impactó en el negocio, aunque se las rebuscó. "Se comenzaron a reactivar las ventas en los últimos días, de a poco. Estamos reponiendo vestidos y zapatos de Miami. Hacemos envíos a domicilio, con todos los recaudos", concluyó.