Desde su estreno en 2017, La casa de papel se convirtió en la serie de habla no inglesa más vista en Netflix a nivel mundial. El éxito de la ficción catapultó a la fama a los actores que la protagonizan, entre ellos la ya reconocida Alba Flores, quien interpretó el personaje de Nairobi, una joven feminista y carismática.
Flores comenzó su carrera artística a los 13 años. En lugar de seguir la tradición familiar de dedicarse a la música, ella se volcó a la actuación. Hoy, a los 34 años, ya se ganó un lugar como una de las actrices españolas más conocidas y requeridas en la televisión.
Alba nació en 1986 y es la única hija del músico Antonio Flores y Ana Villa, una productora de teatro. Su abuela, Lola Flores, fue una famosa cantante y bailarina española de flamenco que se destacó en la década del 50'. Si bien la actriz no siguió sus pasos profesionales, sí tomó su apellido.
Cuando tenía 9 años, un duro golpe sacudió su vida: en el mismo año, con solo 15 días de diferencia, fallecieron tanto su abuela -por un cáncer de mama- como su padre -por sobredosis-. Desde entonces, la relación con su madre se hizo cada vez más estrecha.
Apenas con 19 años, la española se independizó. "Soy independiente desde los 19 años, pero mi madre es fundamental porque me recuerda mis inicios. Me enseñó a tener no uno, sino los dos pies en la tierra", aseguró en una entrevista a Vanity Fair.
Antes de protagonizar La casa de papel, que fue la ficción que le dio mayor visibilidad, Flores también participó de otros grandes éxitos, no solo en la televisión sino también en el cine y el teatro. En 2015, por ejemplo, dio vida a Saray Vargas, una lesbiana gitana en Vis a vis.
Ahora, la actriz no solo se destaca por su talento profesional, sino que también se convirtió en un símbolo del feminismo y de la lucha por los derechos humanos y la ecología.