El "chip sexual" ha comenzado a resonar en el ambiente gracias a las experiencias de celebridades como Catherine Fulop, Carmen Barbieri y Sergio Goycochea que se lo han colocado y lo recomiendan.
"Me puse un nuevo chip sexual, el segundo. Esto levanta el ánimo, ayuda a la consistencia muscular, al colesterol y a la diabetes. Controla esas cosas y sobre todo el apetito sexual", explicó el exarquero de 56 años sobre este dispositivo que describió como "unos granitos de arroz que te inyectan y va soltando cada seis meses la cantidad de testosterona que tu cuerpo necesita".
Por su parte, Barbieri contó que luego de colocárselo comenzó a tener ganas de "terminar en la cama con tu pareja. Y Fulop agregó: "Es como una asistencia de hormonas que te hace estar como más joven, con el pelo más brillante y mejor de piel".
Lo cierto es que el "chip sexual" es una minicápsula hormonal del tamaño de un grano de arroz que contiene testosterona y que cada vez es más solicitado por hombres y mujeres.
Su uso siempre se debe dar bajo supervisión médica y, antes de su colocación, es necesario realizarse un chequeo de salud. En función de los resultados, el médico determinará la dosis de hormona que necesita el paciente, dependiendo del peso y la edad.
El chip se aplica debajo de la piel y va liberando paulatinamente la dosis bajas de testosterona. Dura entre tres y seis meses y, luego, se degradan solos en el organismo.
Muchas mujeres recurren a esta opción cuando están atravesando la menopausia porque es un momento en el que descienden los encuentros íntimos y esto mejora la situación ya que mejora la líbido, el deseo sexual, la respuesta orgásmica y la capacidad de tener relaciones.
Pero no son los únicos beneficios de este dispositivo médico, también ayuda a estar menos cansado, mejora el ánimo, elimina algunas dolencias, aumenta la masa muscular y la fuerza física, mejora la circulación y con ello los problemas de várices.
También está comprobado que reduce el apetito, disminuye la grasa corporal, previene la osteoporosis, combate la anemia y refuerza el sistema inmunológico.
Algunos especialistas aseguran que también contribuye a un mejor descanso, controla las enfermedades autoinmunes, la depresión, la ansiedad y la diabetes. A su vez, mejora la piel, la memoria y la concentración.
A nivel sexual, en el caso de las mujeres reduce la sequedad vaginal y los calores propios del climaterio; respecto a los hombres, mejora la erección.
El tratamiento no es accesible, actualmente en nuestro país tiene un costo aproximado de 18 mil pesos.
Pese a que es una hormona relacionada con el hombre, la mujer produce naturalmente testosterona y disminuye su producción a partir de los 25 años, por lo que a los 40 una mujer produce la mitad de lo que producía 20 años atrás. Esto se manifiesta a través de síntomas como disminución de la vitalidad, alteraciones del estado de ánimo, cansancio permanente, disminución de la libido, calores, descalcificación de los huesos, perdida de masa muscular y fuerza, aumento de peso graso, pérdida de memoria y alteraciones del ritmo vigila-sueño. Puede suceder incluso mucho antes de experimentar la menopausia.