Cuál es la diferencia entre ser jefe y ser líder: los seis tipos de liderazgo más comunes

Existen diferentes líderes en el entorno laboral, cada uno tiene sus fortalezas y debilidades. Te contamos cómo identificar cada perfil.

Cuál es la diferencia entre ser jefe y ser líder: los seis tipos de liderazgo más comunes

A lo largo de la vida y en diferentes entornos sociales nos cruzamos con líderes naturales que logran captar la atención de un grupo y guiarlo hacia el cumplimiento de sus objetivos. Ocupan una posición privilegiada a la hora de influir sobre los demás, en forma favorable o desfavorable.

"Los líderes son el recurso básico y más escaso de cualquier empresa", aseguró el profesor de negocios austríaco Peter Drucker. Existen diferentes tipos de liderazgo en el entorno de laboral, y cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas. 

"En la actualidad, donde los emergentes organizacionales y sociales tienen condimentos de diversidad cultural y emocionales muy claros, un líder podría definirse como aquella persona que posee las habilidades para motivar e Inspirar a sus equipos; entender las tendencias y las señales del mercado; articular a otros líderes; interpretar e incluir a la tecnología como palanca para el crecimiento y desarrollo de los negocios; innovar en su mercado, creando disrupciones en las propuestas de valor; emocionar y empatizar a los integrantes de toda la cadena, desde los empleados hasta los consumidores, proveyendo experiencias altamente positivas; y lograr resultados inéditos y superlativos, nunca antes vistos", detalla Liliana Cárdenes, directora de la Consultora de Recursos Humanos, KYO HR Strategy .

Podemos encontrar líderes en las empresas, en la política, en el deporte y hasta en nuestro entorno familiar. Sus características de liderazgo se adaptan a cada situación pero siempre se destacan del resto del grupo.

No todos los líderes se adaptan a los objetivos y necesidades de todas las empresas ni son recibidos de la misma manera en todos los entornos, cada forma de liderazgo tiene sus características, sus ventajas y desventajas, que no siempre encajan en todos los ambientes.

"Es casi imposible definir un líder, sin considerar el contexto cultural e histórico en el cual se lo define. Esto es así porque el propio concepto ha ido mutando a lo largo del tiempo", advierte Cárdenes, especialista en Recursos Humanos.

En un estudio realizado por KyoHR Strategy, en el que se intentaron aislar las cualidades comunes de un grupo de 25 líderes de las organizaciones más relevantes de los últimos 10 años, se pudo identificar estas cualidades como las que siempre estuvieron presentes en cada uno de ellos, naturalmente, con matices en cada uno de los casos estudiados.

Formaron parte de este estudio personalidades como Tim Cook, CEO de Apple; Reed Hastings, CEO y Fundador de Netflix; Jack Ma, fundador de Alibaba; Bill Gates; Elon Musk; Jeff Weiner, CEO de LinkedIn; Jeff Bezos, fundador de Amazon; Mark Zuckerber, creador de Facebook; Howard Schultz, fundador de Starbucks, entre otros.

"Crear Walmart, fundar Facebook, crear o dirigir Apple o Microsoft, fundar y dirigir Google, Amazon o FedEx, innovar en Tesla, Whatsapp o Netflix, repensar el comercio mundial creando Mercado Libre, Alibaba o Amazon, implica tener cualidades como las mencionadas anteriormente", destaca la experta.

En esta línea, Cárdenes explica que un liderazgo positivo puede mejorar el rendimiento, el bienestar de los empleados o aumentar los benéficos de la empresa. Por el contrario, el liderazgo negativo, puede crear estrés en los empleados, bajar su autoestima o provocar pérdidas para la empresa.

Estos son los seis tipos de liderazgo más habituales:​

Liderazgo autocrático

Se trata de un liderazgo unidireccional: los líderes toman decisiones y fijan las directrices sin la participación del grupo, concentran todo el poder y tienen el poder absoluto sobre sus trabajadores o equipos. Hay pocas oportunidades para hacer sugerencias, se espera que los empleados obedezcan sin recibir explicación. Se crea un escenario de recompensas y castigos.

En este tipo de liderazgo está marcado por la falta de libertad comunicacional y de movimientos en el grupo.

Los triunfos recaen sobre el líder, la responsabilidad de los errores generalmente es adjudicada a los empleados.

Liderazgo Laissez-faire: déjalo ser

El líder laissez-faire interviene solo cuando es necesario, deja a sus miembros de equipo trabajar por su cuenta y con el menor control posible, necesitan menos supervisión para ser productivos. Estos trabajadores poseen las competencias para rendir de manera independiente, son capaces de cumplir con las tareas con muy poca vigilancia.

Dejan hacer y que las cosas pasen, lo primordial es la absoluta libertad en cuanto a la toma de decisiones se refiere. Cada uno puede hacer y decidir lo que considere oportuno, y la función del líder es la de proveer de recursos y herramientas. El problema de este tipo de liderazgo es que tiene que estar absolutamente convencido de que los miembros del equipo poseen dichas destrezas.

Liderazgo burocrático

Los líderes burocráticos son "de manual", siguen las reglas rigurosamente y se aseguran que todo lo que hagan sus seguidores sea preciso. Su principio es cumplir a rajatabla las normas de la empresa por encima de lo que es más conveniente para el grupo o lo que cada uno necesita para poder llegar a los objetivos marcados.

La política de la empresa es su guía estricta que conlleva a una rigidez absoluta en el modelo de gestión: hace hincapié en los procedimientos, intentan resolver problemas mediante el control y el flujo de información.

Liderazgo carismático

Es el más habitual de encontrar en las organizaciones actuales y uno de los más reconocidos dentro de las organizaciones, y es que genera y trabaja mucho sobre sentimientos y sensaciones positivas dentro del grupo. Tiene una fuerte personalidad constructiva.

Un estilo carismático inspira entusiasmo en sus equipos y son muy energéticos al conducir a los demás.

Los líderes carismáticos tienden a creer más en si mismos que en sus equipos y esto genera problemas, y un proyecto o la organización entera podrían colapsar el día que el líder abandone la empresa.

Liderazgo democrático o participativo

Las personas que ejercen el rol de líderes democráticos o participativos, delegan con frecuencia en su equipo, aunque tomarán la decisión final, pero invitarán al equipo a contribuir al proceso de toma de decisiones. Todos participan, y es un tipo de relación muy saludable porque todos los miembros del grupo aportan sus puntos de vista.

La premisa más importante es el diálogo constante entre todos que favorece la consecución de los objetivos marcados y por ende, a la empresa. Promueve el trabajo en equipo y cuando la calidad es más importante que la velocidad o la productividad.

Liderazgo tradicional

Los líderes transformacionales son considerados los verdaderos líderes por la mayoría de los teóricos del liderazgo: inspiran a sus equipos y transmiten su entusiasmo. Es una ida y vuelta emocional, a su vez estos líderes necesitan sentirse apoyados solo por ciertos empleados.

Se considera el liderazgo más completo, son los llamados "auténticos líderes", ya que trabajan desde su auténtico y permanente poder de motivación e inspiración hacia el grupo: transformar, innovar y motivar al equipo y crecer!

Son muy valorados y buscados para ocupar puestos de responsabilidad en las organizaciones.

¿Cuál es la diferencia entre ser jefe y ser líder?

Santiago Bianco, el otro director de la Consultora de Recursos Humanos KYO HR Strategy, explica que ser Jefe, Gerente o responsable formal, implica poseer habilidades de gestión, en general todas adquiribles en la formación o en el ejercicio de la profesión.

"Suma mucho la experiencia a lo largo del tiempo, tanto en amplitud como en profundidad de las experiencias profesionales durante la vida profesional. Se entiende por amplitud, la construcción de experiencias diversas en las etapas más tempranas de la vida laboral. Por ejemplo, si una persona se forma en las áreas de la administración, construirá una carrera más sólida, asumiendo responsabilidades en los primeros tiempos de su vida laboral en varias áreas de su profesión como por ejemplo contabilidad, tesorería, impuestos, control de gestión, entre otras, para luego especializarse (ganar profundidad) en una en particular", detalla el especialista en manejo de grupos humanos.

En esta línea, el especialista advierte que "todas estas circunstancias y vivencias van construyendo mejores y más sólidos Jefes o Gerentes, pero no necesariamente aseguran un Líder efectivo".

Son las habilidades blandas, a veces innatas a veces desarrolladas, complementadas con experiencias y la formación antes mencionada, las que nos irán acercando al desarrollo de un liderazgo contundente y efectivo. Las cualidades propias de un líder son las que comentamos en los apartados precedentes.