"Lo barato sale caro", reza el famoso dicho popular que advierte que, muchas veces, es conveniente pagar un poco más para evitar llevarse una sorpresa.
El nail art o la decoración de uñas se ha vuelto tendencia en el mundo, transformando a esta parte del cuerpo en un eslabón más a la hora de completar un outfit. A su vez, se convirtió en una buena salida laboral para muchas personas, ya que requiere de una capacitación corta y puede hacerse a domicilio, evitando el pago de alquiler de un local.
Ahora bien, ¿qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de elegir un salón de uñas? ¿Existen riesgos para la salud si no damos con un buen profesional?
"Si el profesional lo hace de forma correcta, el arreglo de la uña no tiene ningún riesgo, siempre que se haga bajo las condiciones higiénicas adecuadas. Uno de los 'problemas' viene con los esmaltes: cuanto más permanente y más reconstrucción lleve la uña, la proporción de elementos agresivos es mayor", explica a El HuffPost Life Virginia de la Llave, esteticista y experta en manicura y pedicura de The Secret Lab.
En esta línea, la dermatóloga Ana Pulido, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología le advierte al portal de noticias: "Los productos excesivamente agresivos son dañinos para los tejidos y pueden permitir la entrada de patógenos".
La dermatóloga hace hincapié en que las técnicas, producto de la capacitación y las condiciones de higiene son muy importantes a la hora de encontrar un buen sitio para hacerse la manicura. Además, asegura que pueden producirse alergias "por no secar adecuadamente el producto".
Otro de los riesgos de hacerse las uñas, de acuerdo al testimonio de la médica, es que se pueden provocar "daños sobre la talla de la uña", tanto durante el esmaltado como al retirar el producto.
"El peligro está al entrar en contacto con la piel, ya que estos compuestos pueden penetrar en ella e, incluso, entrar en contacto con el riego sanguíneo, pudiendo provocar dermatitis alérgica", alerta de la Llave.
Otra de las prácticas que pueden representar un peligro a la hora de hacerse las uñas es el proceso de retirar cutículas ya que, según explica Pulido, sirven como protección.
Por eso, las especialistas advierten que no es bueno someter a las uñas a estos procesos de esmaltado semipermanente ya que, de acuerdo a Pulido, "si tenemos algún problema en la uña, lo estamos tapando y escondiendo"; y, según de la Llave, tras este proceso las uñas "pueden debilitarse o descamarse".
Componentes peligrosos
Uno de los productos que pueden dañar nuestra salud a la hora de hacerse las manos son los acrilatos, adhesivos que forman parte del compuesto de los esmaltes semipermanentes y que se utilizan para aumentar la duración del trabajo.
Además, existen otros componentes peligrosos para el organismo como el tolueno, el dibutil ftalato y el formaldehído, o sustancias como la hidroquinona y el mequinol.
La importancia de la esterilización
Al igual que muchos médicos, para realizar la manicura se utiliza instrumental y mantenerlo limpio es importante para la salud del cliente. "Hay un riesgo de enfermedades de transmisión por no esterilizar correctamente", advierte Pulido, a lo que De la Llave agrega que antes de cada manicura, la esteticista debería utilizar spray desinfectante tanto en sus manos como en las de la clienta.
"Para elegir un salón la clave está principalmente, prestar especial atención a la higiene, que el espacio de trabajo esté ordenado, limpio y haya una amplitud suficiente para trabajar a gusto", explica la esteticista, quien también hace hincapié en que la formación de las trabajadoras también es clave y que no hay que tener vergüenza de preguntar dónde se capacitaron.
"Deben tener la preparación adecuada, tomar las medidas de seguridad básicas y colocarse guantes y barbijo", resalta la dermatóloga.
Finalmente, la médica alienta a desconfiar. "Si el precio es excesivamente barato, sospecha, porque están ahorrando costos en algún punto del proceso", resalta.