"Las mujeres tenemos pocos lugares para hablar de sexo", sentenció hace días Florencia Peña en diálogo con revista Gente. En este marco, la actriz hizo hincapié sobre el tabú que todavía se mantiene en torno al placer femenino.
En esta línea, los movimientos feministas están poniendo el tema sobre la mesa y el Instituto de Ciencias Médicas Kadave de la India se preguntó por qué no ayudarlas, y realizó una investigación para conocer cuánto tiempo tardan las mujeres en alcanzar el clímax.
El estudio, que fue publicado en el The Journal of Sexual Medicine (TJSM), investigó el tema entre octubre de 2017 y septiembre pasado, involucrando a un total de 645 mujeres heterosexuales de 21 países.
Antes de dar las conclusiones, sus autores advirtieron que "el orgasmo en las mujeres depende de muchos factores" y que, por lo tanto, "la pregunta sobre el tiempo para alcanzarlo, en gran medida, sigue sin respuesta".
Sin embargo, los investigadores obtuvieron datos más que interesantes, como que una de cada seis participantes confesaron no llegar nunca al orgasmo, mientras que el resto varió el tiempo entre 5 minutos con 42 segundos a poco más de 21 en total.
Según informó el Daily Mail, los científicos que llevaron a cabo el estudio creen que lograron "medir la latencia orgásmica, la brecha entre la excitación y el clímax". Y aseguraron que el tiempo medio para alcanzar el orgasmo era de 13 minutos y 25 segundos.
La edad promedio de las mujeres que participaron de la encuesta fue de 30 años. Y, la mayoría, definió el momento de excitarse como "un intenso deseo sexual en presencia de estímulos eróticos, proporcionados por la pareja, métodos audiovisuales o ambos".
En torno a esta temática, la periodista Luciana Peker, autora del libro Putita golosa: por un feminismo del goce (Editorial Galerna), aseguró en diálogo con Filo News: "Todavía las mujeres y mucho más las mujeres que son madres o las mujeres públicas o las mujeres grandes, tienen que pelear y nombrar el derecho al goce para reivindicarlo". En esta línea, la referente del movimiento feminista aclaró: "Es el derecho más fundamental de las mujeres y las mujeres públicas como ella hacen que muchas otras puedan y se animen a plantarse en sus propias camas, en sus propios vínculos y en su propia vida y decir: yo también tengo derecho al goce".
La propuesta apunta directamente a las mujeres e implica dejar de "hacer para complacer", tomar las riendas del placer sexual y permitirse gozar, al igual que lo hacen los hombres sin sentirse mal por eso.