Seguramente te llegó el viral de "El Papu", un hombre lleva su parrilla enganchada en la parte trasera de su moto. El video comenzó a circular por Facebook pero pasó a Twitter, YouTube y WhatsApp, donde fue aplaudido por los usuarios.
Ahora, tras el éxito de este creativo emprendedor, se conoció su identidad, su profesión y sus sueños.
Se trata de Adrián Ricardo Braga Lemes un comerciante de Quilmes Oeste, que vive en barrio La Esperanza. Tiene 43 años y, en realidad, es dueño de una pizzería que monto en el frente de su casa, la cual también se llama "El Papu".
Según trascendió, el video con el cual promocionó su invento fue filmado en Berazategui un domingo y el "cliente" en realidad era su amigo, Felipe Raúl Ledesma, quien se encargó de subirlo a Facebook, donde las repercusiones superaron todas sus expectativas.
La parrilla móvil se desarma, está atornillada a la moto y puede separarse para dejar el carrito libre. En su tapa dice "El Papu" y, de costado, "el Chori Móvil".
"El video fue sin intención, se hizo de un minuto a otro. Yo iba justo a comer un asado a la casa de un amigo, le caía de sorpresa y llevaba todo cocinado, pero antes de llegar pasé por la casa de mi amigo Felipe, le mostré lo que traía y me dijo 'andate hasta la esquina y pegá la vuelta'. Yo no sabía que iba a grabarme. Él lo subió a las redes sociales y al ratito me iba mandando cuánta gente veía el video, hasta que explotó la bomba", explicó Adrián a Infobae sobre el éxito de la filmación que lo tiene como protagonista.
Armar la parrilla le llevó siete meses. "Soy inquieto, me gusta ponerme a arreglar cosas. En mi casa hago cosas de electricista, también me gusta soldar. Me compré este carrito que estaba hecho bolsa y me dediqué a repararlo, porque con eso voy a comprar la mercadería de la pizzería: la harina, las aceitunas. Un día estaba aburrido y me dije: 'voy a armarme una parrilla acá arriba'. Y empecé despacito, a medida que pasaba el tiempo le iba agregando cositas, hasta que lo fui terminando", reveló.
Aunque deberá poner en regla su invento antes de poder salir a vender la carne por los barrios. En esta línea, recordó que intentó usarla para fines comerciales y que lo paró la policía, le pidió los documentos y lo amenazó con llevarse el carro.
"Yo esto ya lo sé porque tengo una pizzería. Pero, bueno, me llamaron de un canal y no podía negarme. Ahora voy a hacer los trámites para habilitarla", reconoció.
Adrián trabajó como colectivero a los 21 años. Tres años después, se puso una pizzería. La prosperidad de su comercio le permitió abrir otros dos locales más. Hoy, lleva tres años frente a la Pizzería El Papu que montó en el frente de su casa. El nombre elegido tiene que ver con una historia de amor. "Hace muchos años yo salía con una chica que me decía 'papu, papu'. Yo había puesto una pizzería en sociedad con mi tía hasta que me abrí. Quise poner un local por mi cuenta pero no sabía qué nombre ponerle a la pizzería. Antes se llamaba Pizzería La Tía y no daba, yo quería cambiarle el nombre. Tenía 24 años cuando me separé comercialmente de mi tía y como no sabía qué nombre ponerle, me acordé de esta chica y le puse 'El Papu'. Y quedó".
Hoy, "el Cabeza", como le dicen sus amigos, sueña con poner en regla su proyecto y salir a vender carne por el Conurbano con su "moto parrilla". "Estamos viendo qué proyecto podemos hacer. Estamos pensando en informar en las redes dónde vamos a estar los fines de semana: la parrilla móvil va a estar en Florencio Varela, Dock Sud, Avellaneda. Iremos avisando", aseguró.