El fiscal que instruye la causa penal contra Iván Furiasse, el hombre que mató a puñaladas a su pareja y su hija de 2 años en una casa de Villarino al 3700 en octubre de 2017 pidió el sobreseimiento del acusado al argumentar que no tiene capacidad para comprender el hecho que cometió.
Este viernes, en una audiencia presidida por el juez Héctor Núñez Cartelle, el fiscal de la Unidad de Homicidios, Florentino Malaponte fue el que solicitó el sobreseimiento y pidió que que el proceso continúa en el fuero civil, para que se determine el grado de incapacidad.
"No puede ser imputado por no comprender la materialidad de los hechos que cometió ni el examen médico al que fue sometido", fue lo que dijo Malaponte sobre el estado mental de Furiasse.
Al parecer los profesionales de la salud que evaluaron al imputado concluyeron que el hombre padece "desorganización del pensamiento y alucinaciones", con riesgo de volverse crónicas. Además, hicieron saber que existe la posibilidad de que manifieste tendencias suicidas y que "el cuadro que presenta es difícil o imposible de simular", por lo que recomendaron que sea internado en un nosocomio.
Según difundieron voceros de los Tribunales de Rosario, el pedido de Malaponte tiene por fin que se determine el grado de incapacidad que Furiasse padece y sea internado en un establecimiento psiquiátrico donde no ponga en riesgo su integridad física ni la de terceros.
Más allá de la postura del fiscal, el juez Núñez Cartelle resolvió pasar a un cuarto intermedio antes de resolver, por considerar que "dada la complejidad del caso resultaría apresurado resolver sin adentrarse ni interiorizarse en la lectura de los informes, para entender acabadamente la patología que Furiasse padece".
El crimen cometido por Furiasse contra su mujer Fernanda Laconca y su pequeña hija, Camila el martes 24 de octubre pasado, se dio en medio de un brote psicótico del hombre, que ya registraba antecedentes similares. Es que había sido internado durante dos por intentar un episodio similar.
Los médicos que lo atendieron antes de que cometiera el doble homicidio declararon de que cuando lo iban a visitar al domicilio los atendía a los abrazos y diciendo incoherencias. Además, su jefe y compañeros de trabajo de General Motors dijeron que tenía “conductas raras”, lo que llegó a ser motivo de licencia laboral.
Se aguada ahora la definición del juez Núñez Cartelle.