Fracasó la audiencia de conciliación, y la continuidad de Bravo Energy parece cada vez más complicada

Los directivos no llevaron ninguna propuesta concreta para reactivar la planta que afronta enormes deudas. Quedarían 35 trabajadores en la calle.

La planta de la firma Bravo Energy en San Lorenzo amaneció cerrado y despidieron a todo su personal. (Twitter)
La planta de la firma Bravo Energy en San Lorenzo amaneció cerrado y despidieron a todo su personal. (Twitter)

La continuidad laboral de los 35 empleados de Bravo Energy quedó mucho más complicada luego de que fracasara la asamblea realizada este martes entre las partes en el Ministerio de Trabajo. Los empresarios no parecen estar dispuestos a continuar con la actividad y además la firma afronta enormes deudas que complicarían una venta.

"Los directivos vinieron sin ninguna propuesta en concreto con la que se pudiera evitar esta situación de cierre", dijo Rubén Pérez, titular del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustible Santa Fe Sur. "No quieren pagar ni indemnización", agregó en diálogo con Vía Rosario.

La compañía del cordón industrial, dedicada al procesamiento de aceites usados y otros desechos, les debe a los empleados medio sueldo de junio, el mes entero de julio y una bonificación de $20 mil por trabajador.

"Después de estar un buen rato hablando, nos dijeron que podrían acercar un plan de pagos de sueldos atrasados entre el jueves y el lunes, pero no hay nada respecto a la activación de la empresa", sostuvo.

Para Pérez la situación de Bravo Energy parece ser casi terminal. Además de salarios, adeudan aportes patronales y pago a la obra social sindical por varios millones, $7,5 millones de impuestos municipales y u$s100 mil de gas.

"Además tiene juicios y embargos trabados por valores que superan por mucho el de los activos de la empresa, por lo que resultaría muy difícil que pudieran venderla", apuntó. Incluso tampoco cuentan con materia prima o energía como para retomar la producción, en caso que quisieran hacerlo.

Con este difícil panorama, con 18 telegramas de despidos y 17 suspensiones sin goce de sueldo por 30 días, se acordó un nuevo encuentro para fin de mes. "Queremos que vengan los gerentes de California, de donde es la empresa, para que nos digan concretamente qué piensan hacer", cerró Pérez.