Hace una semana, una noticia impactaba en la realidad rafaelina: el director del Hospital de Rafaela confirmaba que 8 de 10 muestras analizadas de pacientes con coronavirus dieron se contagiaron con la cepa P1, más conocida como “de Manaos”. Pero... ¿podemos decir que el 80% de los pacientes se contagian con esta variante?
Ariel Amadío, investigador del CONICET y que lidera el grupo de Genómica y Bioinformática del INTA Rafaela encargado de analizar las diferentes cepas de COVID-19 en la provincia de Santa Fe, dio la respuesta a este interrogante, en diálogo con FM Galena.
Amadío recordó que se encontró, de casualidad, con esta cepa. Al día siguiente de que se hizo el anuncio oficial, la paciente falleció.
“En el mes de marzo, fue la primera vez que detectamos la circulación de la cepa en un grupo de secuencias que analizamos. Cuando analizamos las muestras de abril, detectamos un número mucho mayor de la cepa de manaos en Rafaela y en varias localidades en la provincia de Santa Fe”, dijo Amadío
¿Se puede decir que el 80% de los contagios en Rafaela corresponden a la cepa de Manaos? “No podemos hacer números para calcular la incidencia de la cepa, con el número de muestras que hicimos y con la forma en que seleccionamos las muestras, no podemos decir que el 80% de los casos de Rafaela se deben a la cepa de Manaos. Eso sería un atrevimiento muy grande. Lamentablemente, no podemos procesar una cantidad de muestras que nos permitan hacer un estudio de incidencia de las cepas”, respondió.
¿Por qué? “No todas las muestras fueron seleccionadas al azar, lo que nos permitiría hacer algún cálculo de incidencia, sino que fueron elegidas específicamente por criterio epidemiológico. No es correcto hacer una proporción con esto. Pero sí quiero dejar en claro que hay una mayor circulación y es una de las cepas que más hemos detectado, con respecto a otras”, indicó. Añadió que, en algunas localidades chicas, se detectó esta variante. “Si analizamos un número de muestras pequeñas y la detectamos, habla de que hay una circulación en proporciones considerables”, remarcó.
“No es una sorpresa, porque es una de las cepas denominadas ‘de preocupación’”, detalló. ¿Por qué se las llaman así? “Porque cuando ingresan a una población, con el correr de las semanas, se transforman en cepas mayoritarias y por eso se las clasifican así: tienen una transmisibilidad superior y terminan desplazando a las otras cepas”, señaló.
¿Cómo debería ser la muestra para saber si la que predomina es la de Manaos u otra? “Para hacer esto, hacer cálculos, deberíamos hacer un análisis aleatorio de los casos positivos con una muestra representativa de una ventana temporal. Puede ser una semana epidemiológica, que no debería ser una proporción no menor al 2 o 3 por ciento (debería ser el 10%), sin analizar muestras con relación epidemiológico (sin ser contactos estrechos). Ahí podríamos hacer un cálculo de proporciones confiable”, dijo Amadío.
“No hacemos eso porque no tenemos recursos para hacerlo. Tampoco es nuestro objetivo. No trabajamos en el Ministerio de Salud, sino que lo hacemos para el Ministerio de Ciencia y nos ponemos a disposición y damos una mano. La tercera razón es que los fondos no nos dan para poder hacerlo. Seguimos peleando para conseguirlos para poder analizar el número de muestras”, agregó.
¿Qué quiere decir que no se hayan identificado las otras dos muestras? “Las otras dos cepas no eran desconocidas: no se informan porque son cepas ‘comunes’, que ya circulaban. Ya estaban desde 2020. No eran muestras de preocupación. Eran las responsables de las infecciones”, respondió.
“En Rafaela solo hemos detectado la variante P1 (Manaos). En la ciudad de Santa Fe y en algunas localidades de la provincia hemos detectado la de Reino Unido y la variante de California en la ciudad de Santa Fe (denominado de preocupación en EEUU pero no por la OMS), completó. .
¿Hay una variante argentina?
Hace algunas semanas, se generó una fuerte polémica tras unas declaraciones del Ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, en donde habló de la posibilidad de una “Cepa Buenos Aires”.
“Hay variantes en diferentes partes del mundo. Nosotros tenemos, a partir de noviembre y diciembre, la circulación de un linaje (N5) que vendría a ser una suerte de variante argentina”, dijo y agregó: “no tiene relevancia porque no está considerada como ‘de preocupación’. No tiene mutaciones por las cuales haya que estar atentos para seguir. Pero es la cepa que más circuló en el país y está siendo desplazada por estas cepas ‘de preocupación’”.
¿Qué tienen estas cepas de diferente? “Hay una clasificación establecida. Uno le pone nombre en función de las mutaciones que tiene. Las secuencias que se parecen mucho, corresponden a un linaje. Cuando en el transcurso de una pandemia aparece un linaje que tiene un número de mutaciones elevado con respecto a las que normalmente se ven o cuando incorpora mutaciones en regiones específicas del virus, que tiene que ver con el reconocimiento en las células humanas, pasan a ser una “variante de interés”. ¿Qué significa? que a este linaje hay que prestarle atención, a ver cómo empieza a transmitir. Cuando se prueba que este linaje de interés tiene un nivel de transmitabilidad mayor o por alguna razón o experimento podría llegar a comprometer el diagnóstico, el uso de las vacunas o el escape al sistema inmune, se las pasa a denominar “variante de preocupación”.
“Hoy las variantes de preocupación son las de Sudáfrica, India, Manaos, Reino Unido, y dos variantes de California. Todas tienen mutaciones específicas en una región del virus que hace que tengan ciertas ventajas para transmitir (son más contagiosas). De alguna hay alguna evidencia de que hay escape al sistema inmune, lo cual podría ser una preocupación a la hora de la efectividad de la vacunación, pero no se ha probado. Pero esas cepas no circulan en nuestro país aún (Sudáfrica e India)”, completó.