Avanza el proyecto de una huerta agroecológica en Rafaela

Participan 10 mujeres, que reciben capacitación por parte de profesionales, en el marco de un proyecto con abordaje económico, social, ambiental y con perspectiva de género.

Avanza la huerta agroecológica de Rafaela
Avanza la huerta agroecológica de Rafaela Foto: Prensa Municipalidad de Rafaela

La Municipalidad de Rafaela lleva adelante iniciativas vinculadas con la producción sustentable, a partir del trabajo articulado con el Estado provincial y las instituciones locales.

En este contexto, el intendente Luis Castellano, la Secretaria de Ambiente y Movilidad, María Paz Caruso y el Secretario de Producción, Empleo e Innovación, Diego Peiretti, recorrieron nuevamente la huerta comunitaria agroecológica que funciona desde hace un año en el Dispositivo Integral de Abordaje Territorial (DIAT), en el marco del trabajo articulado entre el municipio, el Gobierno provincial, INTA Rafaela y la Asociación Civil Otro Viento Mejor.

Durante el encuentro, los funcionarios conversaron con el equipo que acompaña el proyecto, talleristas y quienes trabajan a diario en la huerta, para hablar de la experiencia y el proceso que vienen llevando adelante.

María Paz Caruso, respecto al proyecto, destacó que “estamos en la huerta SISU, una huerta agroecológica donde hace varios meses venimos trabajando desde el municipio con este grupo de 10 mujeres. Hoy claramente podemos ver cómo ha ido progresando. Al inicio se encontraron con un trabajo que tenía que ver con comenzar desde la preparación del suelo hasta definir la distribución de la huerta, sembrar, regar, cuidar y cosechar”.

“Se trabaja junto con el INTA y el Pro Huerta. Se ha conformado un equipo de trabajo interesante. La idea es hacer un seguimiento de esta experiencia, que también necesitó inversión por parte del municipio, y junto con el Ministerio de Producción de la Provincia, pudimos lograr la infraestructura del lugar. Es un proyecto que va a seguir creciendo en este sector, y la idea es poderlo replicar y que esta experiencia nos ayude a tener una huerta de estas características en otros lugares de la ciudad”, agregó.

“Esto no solamente tiene que ver con la producción, sino que demuestra la sustentabilidad y todo lo vinculado con la alimentación saludable”, finalizó.

Experiencias

Claudia, huertera, contó: “Hace un año que estamos en este grupo con mis compañeras. Somos todas mujeres y mamás. Estamos haciendo una huerta, cultivando un montón de cosas. Entramos todos los días a las 8:00 y después de compartir una charla entre nosotras, trabajamos hasta las 11:00. A las personas que no se animaron a trabajar con la tierra y hacer una huerta les diría que se atrevan a hacerlo. Es una linda experiencia tener una huerta en casa; se aprende un montón”.

Por su parte, Nadia, quien también trabaja en la huerta, dijo: “Desde agosto estamos trabajando en esta huerta natural, sin ningún tipo de químico. Para nosotras es un cable a tierra. Cuando llegamos, compartimos conversaciones entre nosotras y nos ponemos en marcha. Todos los días trabajamos con algo distinto. Se siembra, se cosecha, o se limpia, se acomoda, vamos viendo según los días, las rutinas y las necesidades. Les diría a las personas que se animen hacer una huerta. Todos los días se aprende, se experimenta y se conocen cosas nuevas”.

A su turno, el tallerista que acompaña al grupo de trabajo, Juan Carlos Hajduczyk, indicó: “Mi función es acompañar al grupo de mujeres. Siempre tenemos algún momento de charla, porque no es solo trabajo, sino cuidar y apoyar al grupo humano. Todos venimos con algo, y que esto sea un lugar de encuentro, es muy importante. A eso se suma todo lo que significa la huerta en la economía familiar, porque todas las semanas se llevan bolsones de verdura y las incorporan a su alimentación diaria. Mi función es acompañarlas y planificar la distribución de la huerta, pero es todo un trabajo en equipo. De hecho ellas ya están en condiciones de seguir avanzando solas”.

“La importancia de contar con una huerta en la casa tiene mucho que ver con una cuestión terapéutica, sabemos que el contacto con la flora y con la tierra significa mucho para liberar tensiones, y este es un trabajo es ideal y no demanda tanto tiempo”, sumó.

Para el Estado local este tipo de forma de producción de alimentos es muy importante de promover, para demostrar que pueden ser un modelo de alimentación saludable y de trabajo; y que el día de mañana, quienes se están formando, puedan tener su emprendimiento laboral.

Es un proyecto de trabajo participativo y de articulación institucional, sobre las bases de la agroecología y del desarrollo sustentable. Esta mirada implica el abordaje social, ambiental y económico, en este caso con perspectiva de género.