Albahaca, menta, romero, tomillo, laurel, perejil y tantísimas otras son hierbas aromáticas muy elegidas para nuestra cocina y aliadas a la hora se imprimirle mayor sabor a las preparaciones.
Todo aquel que tenga un pequeño lugarcito en dónde disponer de estas plantas, ya sea en tierra o macetas, puede considerarse afortunado. Pero aquel que no lo tenga puede recurrir a unos trucos o secretos infalibles para conservar lo que se compre.
En esta ocasión, vamos a repasar cuatro opciones ideales para conservar por un buen tiempo las aromáticas.
Cómo conservar las hierbas aromáticas
- En la heladera
Se pueden envolver en una servilleta húmeda y poner en una bolsa de plástico sellable en la heladera. También se pueden colocar en un vaso de agua fría y guardarlas en la puerta.
- En el freezer
Si las hierbas aromáticas no se usan en una semana, se pueden congelar y duran de 3 a 6 meses. El secreto en este caso es ponerlas en cubeteras y llenarlas con agua o aceite. Cuando se tengan que usar, hay que dejar que en temperatura ambiente vuelvan a estado líquido para sacar las hierbas.
- Secas
Las hierbas aromáticas secas se pueden almacenar en un lugar fresco y seco por hasta un año. Para secarlas, se colocan en un lugar seco y aireado, alejado de la luz directa del sol y de la humedad. También se pueden secar en el horno a una temperatura baja (33º C). Las hierbas enteras retienen el sabor por más tiempo que las molidas.
- En un rollo de papel
Para conservarlas frescas se puede humedecer unos tres o cuatro papeles de cocina y apretarlos armando bollitos. Luego, se desarman y entre los papeles se van disponiendo las hierbas. Una vez hecho esto, se enrrollan y se guardan en un recipiente hermético.