La pasta es uno de los alimentos más consumidos en nuestro país y es el clásico de muchas familias para reuniones los domingos.
Con motivo de este 25 de octubre y para celebrar el “Día Mundial de la Pasta”, nada mejor que derribar algunos mitos y aclarar los aciertos de un plato que pasó a integrar la dieta preferida de muchos argentinos.
Cosas que deberías saber sobre la pasta
- Las pastas integrales tienen más fibra y son nutricionalmente más sanas: Los distintos tipos de pasta tienen cifras nutricionales similares, pero la integral contiene ciertamente más nutrientes, como la fibra. Para saber si realmente estamos ante una verdadera pasta integral debe contener solamente sémola y/o harina integral de trigo duro. Si, por el contrario, tiene salvado de trigo o germen de trigo, no se trata verdaderamente de una pasta integral.
- Es más saludable tener una buena combinación en el plato: Esto es verdadero y los expertos recomiendan acompañar el plato con una buena cantidad de verduras y hortalizas. O incluso combinar la pasta con legumbres, como garbanzos, soja o lentejas. Esto enriquecerá el nivel nutricional. También se puede mezclar con pesto casero, salsa de yogur preparada en casa o salsa de soja. Lo que se debe evitar es todo tipo de embutidos y ultraprocesados, como salchichas y hamburguesas.
- No hay que comer pasta de noche porque engorda más: Esto es un mito que no tiene base cierta, ya que, si bien los carbohidratos refinados, azúcares y almidones combinados, más el sedentarismo, producen aumento de peso, esto puede ocurrir durante todo el día y no solamente por la noche. O sea, la ingesta de carbohidratos se usa para reponer las reservas de glucógeno, tanto en el hígado como en el músculo, y el excedente de glucosa se transforma siempre en grasa.
- La porción adecuada de pasta es de 100 gramos: No es correcto, los nutricionistas sostienen que 70 grs. de pasta cruda es la porción adecuada. Incluso se puede aprovechar el espacio que tienen algunas cucharas de pasta para medir la cantidad justa. Y también indican que no conviene consumir pasta más de tres veces por semana.