Llega la hora de la merienda y el “bichito” por comer algo sabroso no tarda en picar. Team salado o dulce, son un montón las recetas que puede alegrar una juntada con amigos, familia, en pareja o, incluso, un lindo momento a solas.
Si bien el salir a comprar algo rico al supermercado o panadería es una opción, no hay como los sabores y aromas caseros. El cocinar puede ser todo un desafío, pero desde ya es una de las actividades más lindas que acompañan al ser humano desde sus primeros tiempos.
En Argentina son muchas las opciones que pueden alegrar una merienda, desde chipas, bizcochuelos, alfajores de maicena, facturas, alfajores, torta fritas o los imprescindibles churros.
Bañados en chocolate, rellenos de dulce de leche o crema pastelera, o, simplemente con azúcar por encima, estas varillas de masa frita alegran el corazón de quien quiera que los pruebe.
Si bien su origen es desconocido, existe la teoría de que fueron exportados desde China hacia Europa, por los portugueses. Sin embargo, otra versión sostiene que los churros fueron inventados por pastores españoles para sustituir el pan fresco, ya que, su masa era fácil de producir y freír en un fuego abierto en las montañas, donde aquellos vivían.
¿Cómo preparar churros caseros?
La preparación de los churros es muy sencilla. En cuanto a los ingredientes vas a necesitar: 850 ml de agua, 500 gr de harina 0000, 10 gr de sal, aceite de girasol c/n y azúcar c/n.
- Hervir el agua.
- En un bowl mezclar la harina con la sal.
- Agregar la harina con la sal al agua hirviendo, con el fuego apagado.
- Pasar a una placa y amasar con unos guantes - es muy importante que protejas tus manos porque la masa va a estar muy caliente -.
- Fraccionar la masa y meter por partes en una churrera - se consigue de manera económica en cualquier bazar -.
- Apretar con fuerza hasta que la masa comience a salir por el agujero de la churrera. Cortá a medida que vaya saliendo y formá porciones de aproximadamente 10 cm.
- Freír hasta que estén dorados - no te pares frente a la cocción por precaución de que algún churro explote -. Escurrir y secar con papel de cocina.