"Toda mi vida estuve íntimamente conectada con el té", cuenta Victoria, fundadora y presidente de El Club del Té, una organización internacional dedicada a difundir la cultura de esta infusión milenaria a través de cursos, talleres y actividades. "Cuando era niña, mi abuela preparaba té en hebras, scones y mermelada casera, y nos sentábamos con una tetera en la mesa de su jardín. Era nuestro ritual íntimo, un momento mágico. Más tarde conquisté a Martín, mi marido, con una taza de earl grey", recuerda.
"Gracias a su apoyo, comencé a dar charlas y a hacer degustaciones de té como hobbie, pero cuando tu pasión crece, se convierte en un volcán difícil de apagar", prosigue Victoria. Una tarde lluviosa en Bariloche, mientras compartía una taza de té con Martín, decidieron crear El Club del Té: un espacio para descubrir y aprender sobre el maravilloso mundo que rodea esta bebida. Hoy es una de las academias de té más prestigiosas del mundo.
¿Con qué variedades se puede empezar a entrenar el paladar?
Los blends son el camino más fácil para encontrar sabores y aromas agradables y a la vez familiares. Son mezclas de té con frutas, hierbas, especias, flores y esencias diseñadas para generar sensaciones especiales. Como los agregados son ingredientes que fácilmente podemos encontrar en cualquier cocina, hacen de la experiencia de tomar el té algo más cercano, más fácil de disfrutar, que al fin y al cabo es el objetivo de tomar un té.
¿Qué errores cometemos al prepararlo en nuestras casas?
Los más comunes tienen que ver con la temperatura del agua y el tiempo de infusión. Esto varía según los distintos tipos de té. Un té verde, por ejemplo, requiere de una temperatura más baja que un té negro o un té oolong, así como también de un tiempo de infusión menor. De no utilizar la temperatura y tiempo correctos, nuestro té queda por demás amargo y astringente, y no se aprecian sus principales virtudes.
¿En Argentina está creciendo el interés por el té?
Sí. Cada vez más argentinos se vuelcan a esta bebida: es sana, natural y tiene glamour. Además, no sólo se bebe caliente, sino que también se presenta en forma de bebida fría y en batidos en ferias, bares y confiterías, así que es fácilmente accesible en la calle. El mercado local tiene grandes oportunidades para el té. El más consumido acá es el té negro, que se produce localmente.
¿Y cuáles son las variedades más populares en el mundo?
Eso varía según cada país, cada cultura. En Japón, por ejemplo, el té verde es por lejos el más popular y el más consumido entre sus habitantes debido a que su producción está destinada mayormente a esta variedad de té y es donde se encuentran las mejores calidades. Además de beberlo en infusión, es muy común que se lo utilice como ingrediente en batidos, chocolates y pastelería. En India, en cambio, el té más popular es el “chai”, una mezcla de té negro con especias y leche que se bebe en pequeños cuencos de arcilla llamados “kulhar”. En China, el lugar que le dio origen al té, es tan grande su producción y su consumo, que todas las variedades son populares entre sus habitantes: té negro, blanco, verde, oolong, amarillo y puerh.
¿Cómo formas a un catador de té?
Utilizamos técnicas de perfumistas para entrenar los sentidos, principalmente el olfato. El curso tiene una parte teórica y mucha práctica. Recorremos la historia de la cata y del perfume, y profundizamos en el análisis sensorial y en las neurociencias, estimulando los sentidos para descubrir el té.
¿Hace falta tener cierta sensibilidad especial?
Cualquier persona puede aprender a catar el té, a diferencia de lo que muchos creen no es necesario tener una percepción especial. La cata se aprende y se entrena, requiere de práctica y constancia, pero una vez que inicias el camino, ya no hay vuelta atrás.
LA PERFECTA TAZA DE TÉ VERDE
Para preparar correctamente el té verde, Bisogno aconseja usar 1 cucharadita de hebras por taza. Colocar el infusor con las hebras y verter encima el agua a 70 u 80 ºC. Dejar infusionar de 1 a 2 minutos como máximo, retirar y disfrutar.