Los aficionados a la repostería cada vez se toman más a la ligera sus resultados y, aunque las masas tengan los bordes rotos y los 'brownies' no se vean tan esponjosos, publican las fotos en las redes y las celebran como victorias.
"La gente está feliz de celebrar cualquier intento, ya sea exitoso o no. Simplemente están contentos de haberlo intentado", aseguró Ruby Sharma, directiva del buscador de imágenes Pinterest, a DiarioLibre.
Según los datos que aportó, en el último año aumentaron un 50% las búsquedas en la plataforma bajo la etiqueta 'bakingfail' (fallo de horneado), donde los usuarios celebraban sus "desastres" personales de formas ingeniosas.
En Instagram también se repite esta tendencia que con humor enseña galletas que se pegaron formando una sola en la fuente; bizcochuelos que "escaparon" del molde; bandejas con alimentos carbonizados por exceso de cocción.
"En los últimos 10 años la repostería ha estado muy influenciada por lo que ves en televisión y lo que ves en Instagram. Siempre está ejecutado de forma bonita y, si lo quieres hacer en casa, aspiras a lograrlo. Y luego solo te sale desastre", explicó la televisiva pastelera Benjamina Ebuehi.
"Es muy decepcionante, pero la tendencia es reconocer que no podemos salvar un fracaso", concluye.
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