El patio gastronómico Rodrigo Bueno se inauguró con platos típicos de Perú, Brasil y Paraguay

El proyecto busca integrar esa barriada con el resto de la ciudad de Buenos Aires.

El patio gastronómico Rodrigo Bueno se inauguró con platos típicos de Perú, Brasil y Paraguay
Patio Gastronómico de la villa Rodrigo Bueno

El patio gastronómico de la villa Rodrigo Bueno se inauguró el sábado 24 de agosto con puestos de comida peruana, brasileña y paraguaya gestionados por cocineros del barrio, que está ubicado en la Costanera Sur porteña y atraviesa actualmente un proceso de urbanización.

El nuevo patio gastronómico está ubicado unos 50 metros al sur de la fuente "Las Nereidas" de Lola Mora, lindante con la Reserva Ecológica y frente al museo de escultura La Cárcova.

Con este proyecto, vecinos y autoridades porteñas buscan dar un paso más en la integración de la villa Rodrigo Bueno con el resto de la ciudad de Buenos Aires, y sobre todo con el paseo Costanera Sur.

"El proyecto fue idea mía", dijo a Télam Blanca (51), quien nació en Ciudad del Este, Paraguay, estudió "cocina internacional" en Brasil y vive hace 20 años en la villa Rodrigo Bueno, donde siempre tuvo emprendimientos gastronómicos.

"Cocinaba por pedidos en casa los fines de semana y de lunes a viernes trabajaba en restaurantes, hasta que en 2004 abrí el bar", contó la mujer.

El bar está adentro de la villa y se llama "La cocina de Blanca", igual que el puesto que ella dirige en el patio gastronómico Rodrigo Bueno, que funcionará viernes, sábados y domingos de 11 a 23.

La mayoría de los residentes de la villa son oriundos de Perú y Paraguay, aunque también viven allí bolivianos y argentinos.

Patio Gastronómico de la villa Rodrigo Bueno
Patio Gastronómico de la villa Rodrigo Bueno

"Antes había brasileños pero ya se fueron", comentó Blanca, quien es delegada de la manzana tres desde hace tres años y participó activamente del proceso de urbanización de su barrio.

El Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) es el encargado de llevar adelante la urbanización de Rodrigo Bueno y otros asentamientos porteños junto con la Defensoría del Pueblo y los propios residentes, representados por los delegados.

"Hicimos un relevamiento y resultó que el 30 por ciento de los emprendimientos del barrio eran gastronómicos", comentaron a Télam voceros del IVC, y agregaron que el patio busca atraer a quienes pasean por la Costanera Sur, que normalmente "llegan a la fuente Lola Mora y pegan la vuelta".

Efectivamente, el límite sur de la Reserva Ecológica linda con el nuevo patio gastronómico, luego siguen los edificios que se construyeron para la urbanización y, finalmente, la villa Rodrigo Bueno, justo antes de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors.

"Queremos atraer turistas, levantar la Rodrigo Bueno y sacar afuera su cultura", dijo Blanca, y luego repasó algunos de platos que ofrece en su flamante puesto: "el Frango Passarinho es de Brasil, significa 'pollo pajarito' y se sirve con ensalada de rabanito, pepino, cebolla morada y cilantro", dijo.

También hay "payagua mascada", que son empanadas paraguayas hechas de mandioca con carne de cerdo o cordero.

Representando a la gastronomía peruana estaba Francisca (68), quien vino desde Lima a Buenos Aires en 1993 y vive en la villa Rodrigo Bueno desde 1999. ​Anticuchos, tamales y papas a la huancaína son algunos de los platos que ofrece la mujer, asistida por su "Amiga y vecina Maggy", también peruana.

Para Francisca, las fronteras entre los países se diluyen dentro de la villa: "Después de tantos años de lucha ya no somos de Bolivia, Paraguay o Perú, somos familia".

El nuevo patio gastronómico tiene 10 puestos o "containers", de los cuales cinco son gestionados por cocineros del barrio y cinco son emprendimientos privados que ofrecen parrilla, hamburguesas, pizzas y tortas.

También hay dos espacios para shows musicales, donde tocaron los alumnos de la escuela de percusión del barrio Rodrigo Bueno y otras bandas.

Según datos del IVC, en Rodrigo Bueno viven más de 2500 personas, que antes de la urbanización habitaban 553 viviendas distribuidas en cuatro manzanas. Con la urbanización se construyeron 46 edificios con más de 600 departamentos de 1, 2, 3 y 4 dormitorios y se los dotó con los servicios básicos: agua corriente, electricidad, cloacas y pluviales.

Las mudanzas comenzaron en mayo pasado y se prevé que finalicen antes de fin de año. Además, se abrirán calles en la villa y se mejorarán las viviendas existentes.