Son muchas las personas alrededor del mundo que tienen problemas para conciliar el sueño o que, por otro lado, se despiertan incontables veces por la noche, interrumpiendo el flujo de descanso.
A mucha gente le sucede que, al despertar, siente que no llegó a descansar nada. También están quienes padecen de insomnio y luego tienen problemas para poder dar el máximo en sus respectivos puestos de trabajo.
Abordando una temática que afecta más del 40% de la población mundial, un grupo de investigadores de Harvard llegó a ciertas conclusiones que resultan interesantes y que ayudan a conciliar el sueño con mayor rapidez y eficacia.
La técnica del 4-7-8 para dormir mejor
Desde la revista OHLALÁ! tomaron el estudio y revelaron que la investigación fue llevada a cabo por el doctor Andrew Weil, quien desarrolló una manera numérica de dormir basándose en una antigua técnica de yoga.
Se trata de la regla 4-7-8, que se basa en controlar lo máximo posible el nivel de nuestra respiración para lograr armonía, paz y tranquilidad en todo el cuerpo.
Weil recomienda llevar a cabo esta técnica al menos dos veces al día, además de limitar el uso a no más de cuatro si no se está del todo entrenado en estas respiraciones. Esta fórmula, más allá de mejorar el inicio del sueño, tiene otros beneficios para la salud, explicaron desde la revista.
Un control en la respiración puede generar efectos positivos en situaciones de estrés o ansiedad, según varios estudios científicos. Desde Harvard, aseguran que la misma también ayuda a superar el cansancio, las migrañas, el control de la irritación emocional o la hipertensión.
Andrew Weil se inspiró en el yoga para poder hacer unos ejercicios respiratorios con los que controlar y conducir hacia el prana, es decir, la energía vital. El especialista marcó cuatro puntos centrales con el objetivo de impulsar a hacerlo a quienes nunca habían oído hablar de la regla.
El primer paso es soltar todo el aire de los pulmones, el segundo es inspirar cuatro segundos por la nariz y de la forma más silenciosa posible. Luego, se retiene ese aire durante siete segundos en los pulmones para luego expulsarlo durante ocho segundos con fuerza, con los labios cerrados y hasta escuchar el sonido como de un silbido.
La correcta implementación de la práctica, tal como indicó Weil, trae beneficios en el sueño e influye directamente en el descanso de quien lo realiza con regularidad.