En el año 2014 los portales de noticias se inundaron con la trágica noticia del fallecimiento de María Soledad Fernández, hija de Miguel “Tití” Fernández.
La joven se encontraba realizando la cobertura del Mundial de Futbol Brasil 2014 cuando, tuvo un accidente automovilístico en la ruta de San Pablo a Belo Horizonte que provocó su muerte al no llevar cinturón de seguridad y salir expulsada del vehículo.
Qué dijo Tití Fernández a ocho años del trágico fallecimiento de su hija
“Hoy hace 8 años, estaba en Bello Horizonte desayunando, esperando a Sole que venía de San Pablo, nos habíamos despedido en la cancha con un beso y un “chau pa, hasta mañana”, pero en lugar de llegar ella, vino muy nervioso el Negrito Carneiro que era el camarógrafo que trabajaba conmigo en Brasil y me dio la peor noticia que recibí en mi vida, que hubo un accidente en la ruta y que en ese accidente había muerto Sole” comenzaba relatando con gran dolor Tití Fernández a través de su cuenta de Instagram.
“Imposible describir lo que sentí, me paralice, empecé a a gritar que no podía ser, que no podía haber muerto mi hija, que era un error, pero era verdad, que locura, amigos” continuaba relatando el periodista, quien detallaba “Nora en Miami con la familia del Mono Burgos y Sergio George, yo sin saber que hacer, el accidente había sido a 180 km, por suerte apareció la generosidad de mucha gente que se puso a disposición”.
“Había un problema grande, había que ver cómo se lo decíamos a Nora, hablé con mi a querido amigo el Dr. Guillermo Bortman que consiguió que le dieran unos tranquilizantes a Nora antes de que yo la llamara, tuve que mentirle, decirle a que había tenido un accidente, que estaba muy complicada, pero que la íbamos a trasladar en un avión sanitario y la iban a sacar adelante” recordaba Tití.
“Tuvieron que sacarle el chip del teléfono porque la noticia estaba en todos en los medios y no quería que se enterara, todo muy difícil, pude cambiarle el pasaje para a que vuelva y Natalia, George y el mono Burgos viajaron con ella, el viaje fue interminable, fue muy duro lo que viví desde que llegamos al hospital adonde estaba Sole”.
“No se imaginan lo que significa tener que reconocer el cuerpo de una hijita muerta, hacer todos los trámites para poder traerla a Bs As, mucho dolor, horas sufridas que me van a acompañar toda la vida” continuaba relatando el periodista, quien terminaba su mensaje diciendo “Otro día les sigo contando porque ahora no puedo. Sole, amor, Ya pasaron 8 años y cada día te extrañamos más”.