Continúan las repercusiones tras la terrible golpiza que Santiago Martínez le dio a su esposa Emily Ceco, ambos participantes del reality Love is Blind. La joven contó su trágica experiencia esta semana y su hermana publicó las imágenes tomadas horas después de la agresión.
Durante su entrevista en Bondi, Emily usó lentes de sol para ocultar el hematoma que todavía tiene en uno de sus ojos. Mientras transcurría la nota mostró ese moretón, como también algunas marcas que le quedaban en los brazos.
El caso es que no fueron las únicas marcas ocasionadas por la brutal golpiza. Su hermana, Melisa Ceco, publicó en Instagram un video que mostraba lugar por lugar dónde llegaron las agresiones de Martínez.
Las imágenes son escalofriantes y repasan, por ejemplo, la presión que ejerció el violento en el cuello de Emily. También importantes moretones rojizos en la sien de la joven, que bajaban hasta el ojo -la marca que aun tiene-.
La cobarde excusa de Martínez para violentar a Emily
Las mujeres de la familia de Emily le organizaron una “despedida de soltera”, dado que la pareja iba a casarse por iglesia el próximo 22 de febrero. En ese plan, la pasaron a buscar para ir a ver “Sex”, el show musical y de teatro erótico que dirige José María Muscari. El problema se desató cuando Emily volvió de su salida.
“Cuando llegamos a casa medio que no me hablaba, entonces lo abracé de atrás y le fui a dar un beso”, señaló Emily sobre cómo se había desatado la tremenda escena de violencia que le tocó vivir.
“Me dijo ‘andate, paje**, sos una pajer**”, cuenta que fue la reacción de Martínez. Y los insultos continuaron: “Sos una put*, vos y todas con las que fuiste”.
Según trascendió, durante su participación en el show, como suele pasar en casos en los que hay una “novia” pronta a casarse, la invitaron a subir al escenario. Como parte de la interacción con los artistas, Emily le habría dado una nalgada a uno de los actores.
Todo el episodio se transmitió en vivo por Instagram: Santiago lo vio y no le gustó. Más tarde utilizaría ese nefasta excusa para violentar cobardemente a su esposa, quien le había contado adónde iba y con quiénes.