En los últimos días salió a la luz que Mario Kempes tendría una hija extramatrimonial de quien nunca quiso hacerse cargo. Se trata de Natalia Sanabria, quien fue criada como propia por el exfutbolista Dante Sanabria. Ante la revelación de la noticia y la búsqueda de la joven por su identidad, el rosarino decidió salir a hablar.
La joven nació en Sevilla, España, en 1986 y en la actualidad vive en el partido bonaerense de Pilar. Sus orígenes parten de un breve affaire entre su madre, Marcela Speranza, y el campeón del mundo cuando ella permaneció en la Argentina junto a Kempes, mientras Sanabria jugaba en Europa, según detalló Débora D’Amato.
El romance entre la esposa de Sanabria y el exdelantero cordobés fue de un solo encuentro en el que habría sido engendrada Natalia quien ahora busca conocer toda la verdad. Sus sospechas comenzaron en su adolescencia cuando su abuela le reveló que había una posibilidad de que no fuera hija biológica de quién le dio el apellido.
“Yo esto lo sabía desde un principio. Yo me fui de Alicante a Sevilla y en un momento me llegó una llamada desde Alicante de unas personas conocidas que me dijeron que la vieron a Marcela a la noche con Kempes. Pero yo pensé que no estaría mal...”, reveló Dante Sanabria este martes en “A la tarde” con Karina Mazzocco.
Luego reconoció: “Cuando Marcela me dijo del embarazo, no me dieron las fechas, pero yo seguí para adelante. Desde el llamado ya tenía un mal pensamiento. Yo por mi lado tenía mis conclusiones y sabía que cuando nació Natalia no era hija mía”.
Y disparó contra el cordobés: “Me cayó mal lo que dijo Kempes porque la está evadiendo y él no la conoce a Natalia, yo sí. Tiene que tratar a una mujer como corresponde aunque sea la hija o no”.
Además aseguró que en su momento no se separó de su esposa para poder estar junto a su primera hija, Yanina: “Si yo me separaba de Marcela perdía al amor de mi vida que era mi hija, seguramente se me iba a Argentina y yo tenía tres años más de contrato en España. No quise perder a mi hija por nada en el mundo”.
“Natalia es una buena chica, comprensiva. La críe, la puse a la par de mi primera hija. Después cuando me separé de su madre nos distanciamos”, reconoció.