En medio del profundo dolor por su fallecimiento, vuelve a tomar fuerza una de las declaraciones más emotivas que René Bertrand dio en vida. En una entrevista con Pronto, el actor habló con el corazón en la mano sobre Franco, su hijo menor que nació con síndrome de Down, y cómo su llegada transformó por completo su existencia.

“Franco es un regalo de la vida y como te dije al principio, vino a solucionarnos todo. Nos hizo mejores personas a mí, a su mamá y a quienes nos rodean”, expresó con ternura.
Su testimonio es un ejemplo claro de cómo, incluso cuando la vida parece presentarnos desafíos llenos de incertidumbre, el tiempo puede convertirlos en una fuente infinita de amor y contención.
Así fue cuando René Bertrand y su esposa se enteraron que tendrían un hijo con síndrome de down
En marzo de 2020, durante una entrevista que brindó en Carlos Paz mientras hacía temporada teatral, René Bertrand compartía su alegría por la llegada de su segundo hijo. Junto a Belén Giménez ya eran padres de Sofía, y la noticia de un nuevo integrante en la familia lo llenaba de felicidad. “Para serte sincero, nos sorprendió la noticia y estamos muy contentos. No estábamos buscando el hermanito para Sofi y éstas son las cosas que pasan cuando uno está en lugares donde lo tratan tan bien. Carlos Paz está bendecida para nosotros”, decía entre risas.
La emoción de René Bertrand era evidente, y al ser consultado sobre si tenía alguna preferencia por el sexo del bebé, respondió con total sinceridad: “Acerté con Sofi y soy el papá más feliz del mundo porque tengo una hija que es todo lo hermoso que un padre puede soñar. Sólo le pido a Dios que, sea nena o varón, venga con salud. Nada más. Obviamente que los papás siempre soñamos con el varón, pero a mí me conmueve haber llegado hasta acá con esta hija que ya tengo y con otro en camino. Si bien no soy viejo, sé que mis hijos llegaron con un papá ya maduro y sólo pido que sean sanos, felices y libres”.

El embarazo se desarrolló con total normalidad y los estudios prenatales indicaban que todo avanzaba dentro de los parámetros esperados. Franco llegó al mundo por cesárea y, apenas nació, lo colocaron brevemente sobre el pecho de su mamá antes de llevarlo para los controles de rutina. Sin embargo, en ese momento ocurrió algo inesperado. “Cuando lo estaban revisando, la doctora llamó a otro médico y me dijeron que tenía síndrome de Down. Después venía la otra parte: había que decírselo a ella”, relató René Bertrand.
Con una mezcla de emoción y memoria, el actor recordó además que no era la primera vez que vivían una situación compleja en el nacimiento de un hijo. “Ya habíamos pasado una complicada con Sofi cuando nació, también ahí en Los Arcos de Palermo, porque ella dejó de respirar al minuto. Estuvo once días con respirador porque no había inflado los pulmones. Belu ya había pasado una cosa medio traumática con Sofi y ahora con el tema de Franco había que decírselo”, rememoró.

Las primeras 24 horas tras el nacimiento de Franco fueron las más difíciles para René Bertrand y su pareja. Estaban en la habitación con su bebé, pero les costaba asimilar la noticia. Lo miraban una y otra vez y se repetían: “No, no tiene nada”. La llegada de la psicóloga no alivió su angustia. “Eso nos tenía angustiados y me peleé con la psicóloga en ese momento porque me decía que no tenía que pensar así y yo no estaba en condiciones en ese momento de reflexionar en nada. Pero automáticamente después de eso se me acabaron las dudas”, confesó el actor, dejando entrever la crudeza del momento.
En aquel instante, no podían imaginar todo lo que ese pequeño niño les enseñaría con el tiempo. “Franco a mí me enseñó lo que es la libertad plena y pura. Nosotros creemos que somos libres pero siempre estamos atados a algo. De golpe, a veces no decimos lo que pensamos por las dudas o por ser políticamente correctos. Franco es la libertad absoluta: si quiere jugar, juega. Y si no quiere jugar, no juega. Y no hay forma de convencerlo ni hay ningún tipo de negociación posible. Es un chico que crece con libertad absoluta y pretendo que siga siendo así”, contaba Bertrand en una emotiva entrevista con Nicolás Peralta para Pronto en enero de 2024.

Con el tiempo, Franco dejó de ser aquel bebé que les generaba incertidumbre para convertirse en una fuente constante de respuestas, de amor genuino y de aprendizaje cotidiano. “Es un regalo de la vida que vino a solucionarnos todo. Nos hizo mejores personas a mí, a su mamá y a quienes nos rodean. Le enseña a la hermana cosas todos los días, sobre todo lo referido al afecto. Franco es pureza y ahí te das cuenta cuán contaminados estamos nosotros. A vos te vio y te tiró los brazos. Pero si te ve y no te los tira por algo será”.
Dicen que uno sigue existiendo mientras habita en la mirada de quienes lo aman. René Bertrand partió de este mundo, pero permanecerá por siempre en los ojos y en el corazón de sus hijos, Sofía y Franco.