Organizar todo con tiempo y relajadamente es fundamental para evitarnos muchos problemas. Aquí dejamos algunos consejos para que este momento transite apasible y alegremente.
1. Comencemos a planificar las compras de útiles con tiempo. Es bueno revisar antes con qué contamos del año pasado. Muchas cosas se pueden utilizar o reciclar para que estén en perfecto estado. Un buen consejo es no comprar de más y saber, si esto ocurre, qué cosas espera la escuela que lleven los chicos. También es válido organizar con otros padres compras colectivas que pueden abaratar bastante los precios.
2. En cuanto a la ropa o los uniformes, es aconsejable sacarlos con tiempo, revisar cuidadosamente dobladillos y botones, llevarlos a la tintorería si fuera necesario. No hay que dejar nada por supuesto, porque podemos encontrarnos con sorpresas. Es muy útil probar los talles en cada uno de los hijos, porque es probable que podamos reutilizar los que ya quedaron chicos con los niños menores. Verifiquemos también el estado de la ropa de deportes. Sólo entonces planeemos la compra de los faltantes. Y se pueden recorrer distintos locales para encontrar un precio justo.
3. Pensemos en el lugar en que pondremos toda la ropa. Seguramente durante el verano lo hemos utilizado para otra cosa. Despejar y ordenar es una forma de comenzar el año de la manera correcta.
4. Lo mismo vale para la biblioteca, escritorios y percheros de mochilas. Si algo falló el año anterior es bueno ser abiertos e intentar mejorarlo. Incluso las edades van cambiando, y así hay que plantearse la comodidad del hogar, ya que van a ser muchas las horas de estudio y tareas. Si no preevemos todo ese espacio necesario diariamente, la rutina se transformará en un caos.
5. Pensemos también en las actividades extracurriculares. Deportes, música, idiomas, arte. También para ellos es el inicio y necesitan su tiempo de preparación, inscripción. Es bueno hablar con los chicos para que estén preparados o requieran algún cambio o ajuste.
6. El tema de la alimentación es fundamental. Terminaron las épocas sin horarios. Hay que plantearse las cuatro comidas, las viandas y lo que ello conlleva. Una nutrición equilibrada es esencial para lograr el rendimiento en la escuela y evitar enfermedades. Ante cualquier duda, es bueno consultar al médico o nutricionista.
7. Revisar el calendario de vacunaciones y ver que todo esté al día. Lo mismo para las documentaciones necesarias o permisos que la escuela requiera. Ya es época de averiguar qué requisitos pedirán este año y ajustarlos a tiempo.
8. Vayamos preparando a los chicos para el momento de empezar el ciclo escolar. Que no los tome por sorpresa y que ellos también colaboren en la preparación de lo que puedan aportar. Cuando todas las tareas se hacen con alegría la predisposición será mejor y más saludable.
9. Comencemos a regular las horas de sueño. Que no se extiendan los descansos más allá de las horas de la noche, y en un promedio de entre 8 y 10 horas. Tanto para los chicos como los adultos el descanso es importante para el rendimiento. Y recordemos que la misma buena disposición que tengamos nosotros en llevarlos e ir a buscarlos son las que ellos mismos tengan por conducta. Ajustemos los despertadores aunque sea sólo de práctica.
10. Por último y no menos importante es tranquilizar los nervios de los chicos, conocer sus angustias y preocupaciones y hablarles recordando todo lo bueno que está por venir: un nuevo año, los amigos de siempre y otros nuevos, aprendizajes destacados y darles seguridad. Y sobre todo, acompañarlos en este momento de cambios con la mejor buena voluntad y comprensión
