Como suele decirse de muchos lugares hermosos, que nos cautivan, Bariloche es un lugar en el mundo... Una ciudad que podemos descubrir con los ojos, admirando el troquelado de las montañas anochecidas sobre el Nahuel Huapi, pero también cuando exploramos el universo de sabores y aromas sutiles que se despliegan en su rica gastronomía.
Sucede que esta hermosa ciudad que es faro de la Patagonia argentina en el mundo, es también una usina de exquisiteces gourmet: de aquí son varias de las cervecerías artesanales pioneras en el país (la cantidad de variedades es asombrosa), hay vinagres y dressings que saben a flores, exquisitos quesos y ahumados, frutas finas, vegetales hidropónicos, vinos y hasta un whisky elaborado con agua de vertiente y levaduras cerveceras.
Cada restaurant atesora su propia receta para tentar con truchas y corderos patagónicos; y hasta sus chocolates son de fama mundial: este año, 14 productos de la firma Mamuschka fueron premiados en el Academy of Chocolate Awards 2018, en Londres. Una vez al año, este universo de sabores vive su esplendor con el Festival Bariloche a la Carta, una semana gourmet pensada para agasajar a visitantes y locales con descuentos en restaurantes, degustaciones, clases abiertas de cocina, feria de productos y otras tantas actividades. Una fiesta para los sentidos que se hace en octubre, pero por suerte podemos celebrar de enero a diciembre con cada delicia patagónica que nos llevamos a la boca.
Cerveza salvaje y bocados gourmet
Gastropub Manush
Con trece años de trayectoria en la cervecería artesanal, Manush también se ha vuelto un templo del sabor. Aburridos del culto al pochoclo de los brewpubs, los hermanos García (Martín, alma mater de las cervezas; Leticia, experta en pastelería; y Guille, bartender) unieron fuerzas con Take, esposo de Leti y afamado cocinero japonés, para dar una vuelta de tuerca a la experiencia cervecera. Así nació el Gastropub Manush, un concepto que propone acompañar las cervezas con los platillos y postres de Take y Leticia. ¿Opciones? Desde langostinos al ajillo con portobellos y focaccia, tablas de quesos y hongos, y hamburguesa de cordero, hasta cazuelas deliciosas, como la de ternera en salsa de cerveza stout estofada durante 4 horas. Entre las cervezas, la nueva mimada es la Manush Wild Lager Sauvage: "Es fresca y muy especiada –cuenta Leticia a Rumbos–. La elaboramos a partir de una levadura local a la que llamamos 'salvaje', que está revolucionando las cervezas en todo el mundo".
Impronta patagónica, toques modernos
Quiven House Kitchen
Puede decirse, sin temor a fantasear, que el chef barilochense Pablo Quiven y su esposa Mariana Trujillo nos reciben a cenar en su propio hogar. El atractivo restó que abrieron en abril sobre el Km 19.688 de Av. Bustillo, es un sueño personal hecho realidad. Con vista preciosa al Nahuel Huapi, la construcción –que tiene anexada la vivienda de ellos– fue levantada pensando en cada detalle: cocina de última generación y vinoteca, salón principal con gran ventanal y un salón más íntimo, barra generosa y un mesón amiguero con banquetas desde donde espiar lo qu sucede en la cocina. ¿Qué manjares surgen de la creatividad de Pablo? Sin duda, patagónicos, con productos de montaña y de mar, y una lógica de cocina en pasos. Entre las sorpresas, podemos toparnos con un tartar de trucha sobre scons de queso y helado de salmón, bondiola de cerdo en cenizas de vegetales envuelta con farce ahumado sobre emulsión de papas y chutney de manzanas y arándanos. De jueves a domingo, desde las 19. Reserva: (54) 92944-771067.
Mamuschka es un gusto
Los timbales de dulce de leche son un clásico. Pero también despiertan suspiros los bombones con corazón de avellanas, los diamantes de frutos del bosque y tantas cosas ricas más. Quien haya visitado Bariloche sabrá que no hay manera de simular indiferencia frente a una vidriera de Mamuschka, la empresa chocolatera nacida hace 29 años, que se propuso reinventar el rubro en clave creativa, y hoy produce más de doscientas delicias, entre bombones, chocolates, cremas, tortas, medialunas y helados. Además, son los únicos chocolateros del país que viajan por el mundo para seleccionar especialmente sus granos de cacao. "Desde hace dos años, traemos nuestros granos seleccionados desde Perú, Ecuador y Venezuela: vamos por el Pacífico en barco hasta el puerto de San Antonio, en Chile, y desde allí los trasladamos en contenedor por vía terrestre hasta Mendoza y luego a Bariloche", detalla a Rumbos el fundador de Mamuschka, Juan Carlos Carzalo.
“Es un orgullo poder decir que elaboramos los chocolates desde el mismo grano de cacao”, admite. Este año, catorce de sus productos fueron premiados en el concurso Academy of Chocolate Awards 2018, en Londres, uno de los más prestigiosos del mundo chocolatero.