Antes de ser un famoso actor de Hollywood, Steve Buscemi era un joven de Nueva York que de alguna manera tenía que ganarse la vida.
Criado en el seno de una típica familia italoamericana que tantas veces hemos visto en el cine, su padre siempre insistió a sus tres hijos sobre las bondades de tener un trabajo estable y seguro. Por eso, les aconsejaba que se volcarán al servicio público, que les garantizaría que nunca les faltaría un plato de comida.
Por eso, en 1976, cuando cumplió 18 años, Buscemi se presentó al departamento de bomberos de su ciudad, aunque en su fuero íntimo albergaba la esperanza de poder dedicarse a su verdadera pasión: la actuación.
Entre 1980 y 1984, Buscemi trabajó la estación Engine 55 del Departamento de Bomberos de la Ciudad de Nueva York (FDNY), del barrio Little Italy.
Esos años que ejerció como bombero, también trabajó de comediante en distintos teatros dela ciudad, hasta que en 1984 pidió una licencia de tres meses para volcar todas sus energías a su carrera artística y ver qué pasaba. Ante el éxito que tuvo, nunca más regresó.
Hasta que ocurrió el trágico 11 de septiembre de 2001.
Para el momento en que ocurrió el atentado de las Torres Gemelas, Buscemi era un actor consagrado que había trabajado en películas muy famosas como en Perros de la calle (dirigida por Quentin Tarantino), Fargo (de los hermanos Coen), El Gran Lebowski (también de los Coen y protagonizada por Jeff Bridges) y Con Air (con Nicolas Cage, John Cusack y John Malkovich).
Pero a Buscemi la fama no lo hizo dudar y el 12 de septiembre, un día después del atentado, contactó con su viaje cuartel de bomberos, el Engine 55, para presentarse como voluntario en tareas de rescate. Allí se enteró de la triste noticia de que cinco miembros del departamento habían muerto y que uno de los fallecidos era un conocido suyo de cuando él también era bombero.
Buscemi se puso el traje de bombero y trabajó en turnos de 12 horas al igual que sus compañeros, removiendo los escombros del World Trade Center y buscando gente entre los hierros retorcidos. Sin embargo, mantuvo el perfil bajo al respecto. Casi no hay fotos ni dio entrevistas, al menos hasta muchos años después.
De hecho, esta historia se hizo conocida recién en 2013, tras una publicación de Facebook al respecto que terminó viralizada.
En un documental de HBO habló al respecto: "Fue un privilegio poder hacerlo. Fue genial poder contactar con la estación de bomberos con la que solía trabajar y volver a tener contacto con los chicos con los que trabajé. Y fue enormemente útil para mí porque, mientras estaba trabajado, no me daba tiempo de pensar en lo que había sucedido. No fue hasta que paré que realmente fui consciente del impacto total de lo que había sucedido".