Apenas comiencen a hincharse las yemas anunciando la brotación de hojas primaverales, los pulgones y cochinillas entrarán en acción e invadirán decididamente los brotes de tus plantas.
Estos insectos comienzan su ciclo conjuntamente con el movimiento de los jugos foliares, que son su principal alimento. Un dato interesante es que tanto pulgones como cochinillas no saben subir solos a las plantas... En realidad, son las hormigas quienes los transportan cuando son todavía larvas o huevos, acomodándolos en lugares estratégicos.
Lo más importante es evitar que nuestras archienemigas laboriosas asciendan con su carga.
¿Cómo? Por ejemplo, controlando (cortando, si es necesario) ramas que toquen muros o cables por donde podrían subir. Otra estrategia fundamental es colocar un collar de resina de pino alrededor del tallo principal: las hormigas no podrán atravesar esa barrera pegajosa y evitaremos tener plagas en las ramas y que corten hojas para llevar a su nido.