Queda en el Parque Nacional Natural "Sierra de La Macarena", en el centro de Colombia y a 150 km de Bogotá, y es conocido como "el río que escapó al paraíso" debido a los llamativos colores que embellecen sus aguas durante gran parte del año. ¿Colores? Sí, inmensos sectores del río con manchones fucsias, rojos, azules, amarillos y verdes. ¿Ilusión óptica, marketing turístico? Nada de eso...
El particular efecto cromático se debe a una planta acuática endémica llamada Macarenia clavigera, que florece entre junio y diciembre y danza en las aguas jugando con los rayos solares.
Este excepcional río no es muy largo ni muy ancho (100 km de extensión y unos 20 metros entre costas), pero por suerte cuenta con varios sectores turísticos para disfrutar de sus mágicas aguas. No obstante, debido a las medidas de protección ambiental de la zona, es imperioso respetar ciertas indicaciones del guardaparque, por ejemplo, la prohibición de usar protectores solares y repelentes antes de sumergirnos, ya que ciertos químicos afectan el desarrollo de la macarenia.
Desde Bogotá y Medellín salen varios vuelos semanales hacia La Macarena, la pequeña ciudad desde la que se accede a este río y al parque nacional. También se hacen viajes en 4x4, pero demoran unas 12 horas. La vacuna contra la fiebre amarilla es indispensable para visitar este paraíso.
Pesca y petroglifos
En los alrededores del PN Sierra de la Macarena se puede hacer pesca deportiva y recorrer las orillas del río Guayabero para admirar los petroglifos hechos hace cientos de años por indígenas Guayaberos y Tiniguas. También podemos pasear por la Laguna el Silencio y llegar hasta el Mirador Cristalitos.
Si vas a meterte al río Caño Cristales, los guías te piden que evites el protector solar y el repelente, ya que ciertos químicos afectan el desarrollo de la macarenias, la planta que florece en sus profundidades y le ofrenda sus intensos colores.
Rafting aventurero
En lo profundo del Departamento del Meta, rodeado de bosque virgen, se encuentra el Cañón del Río Güejar. Un lugar de riqueza natural sorprendente, con cascadas y rocas milenarias de más de 50 m de altura. La actividad de rafting consiste en un descenso de 17 km por el río, con una duración de unas cinco horas según los niveles de agua del día. Quienes desean hacer esta excursión deben tener en cuenta que la única forma de salir, una vez iniciado el descenso, es haciendo todo el recorrido; dentro del Cañón ya no se puede dar la vuelta atrás.
¡MUCHO SABOR!
Si estás de paso por este encantador rincón colombiano, no pierdas la oportunidad de ver algún espectáculo de "joropo", el animado baile local. Otro clásico para disfrutar, ya en plan gastronómico, son los bodegones que preparan "carne llanera". Antes de asarse a fuego lento por cuatro horas, la carne es sazonada con ajo, cebolla, especias y cerveza, y luego acompañada de papas, yuca y arepas.
LA VIDA MISMA
El río Caño Cristales y la serranía de La Macarena constituyen uno de los ecosistemas más biodiversos de Colombia: habitan allí 12 mil especies vegetales, 420 de aves, 63 de reptiles, 213 tipos peces y 42 de mamíferos.